La Asamblea Nacional (AN), durante la sesión ordinaria de este martes, conmemoró el 57° aniversario del vil asesinato del periodista, político y diputado Fabricio Ojeda, quien luchó contra las políticas del gobierno de Rómulo Betancourt.
El presidente de la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral, diputado Rodolfo Crespo, indicó que Fabricio Ojeda, Jorge Rodríguez (padre) y Livia Gouverneur fueron líderes fundamentales que defendieron los intereses del pueblo, traicionados por el Pacto de Punto Fijo.
Crespo, quien presentó el acuerdo ante la plenaria, señaló que «como Ojeda, miles de personas seguirán levantando las banderas de lucha antiimperialista, socialista, soberana, libre, independiente, que reivindican una patria potencia».
Recordó que Fabricio Ojeda desde muy joven comenzó su actividad política. En 1949 se inscribió en el Partido Unión Republicana Democrática (URD), al que renunció en 1962, donde intentó hacer los cambios estructurales en contra de la democracia representativa.
Agregó que luego de la caída del general Marcos Pérez Jiménez, en 1958, fue electo diputado por el Distrito Federal. Posteriormente, renunció al cargo en junio de 1962, al conocer la traición ideada con el Pacto de Punto Fijo.
Por ello, 10 años después de la muerte de Fabricio Ojeda, diversas organizaciones revolucionarias declararon el 21 de junio Día de los Mártires tras la propuesta del Grupo Ruptura y Jorge Rodríguez (padre), secretario general de la Liga Socialista, ante la brutal vulneración de los Derechos Humanos por parte de la cuarta república.
Por su parte, el diputado Fernando Soto Rojas habló sobre la necesidad de rescatar el conocimiento de la lucha histórica, en su momento contra el imperio español y, ahora, contra el imperialismo norteamericano. Destacó que la carta de renuncia de Fabricio Ojeda representa un documento político fundamental que debe ser conocido en virtud de que él entendió la lucha popular como la unión cívico- militar.
En el acuerdo aprobado se reconoce el ejemplo de principios revolucionarios, éticos, lealtad, fidelidad y compromiso de Fabricio Ojeda en favor de la lucha por la libertad del pueblo oprimido y humillado por la democracia representativa. Asimismo, se establece desarrollar planes y programas formativos de historia revolucionaria para que la juventud mantenga vivo el legado histórico del mártir del pueblo.