Recordó venir de la oscurana de la IV República, cuando entre 1945 y 1998 se producía el reordenamiento geoestratégico del mundo como consecuencia de la II Guerra Mundial; mientras su pueblo se desarrollaba, crecía en la calidez de la vida hogareña, siendo el liceo “Ramón Buenahora” y un Frente Cultural los espacios donde daría sus primeros pasos por la defensa de la libertad.
Más tarde, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), consiguió elevar su nivel de consciencia; llevándolo a la militancia en organizaciones de resistencia contra la injerencia extranjera, lo cual le permitió entender cómo la lógica del capital siempre conduce a la opresión de los pueblos y a la esclavitud de los trabajadores a través del salario.
“… y que ser honesto y responsable es una posición digna y libre, lo que se constituye en una contradicción con la realidad y la dialéctica del desarrollo de las cosas que ineludiblemente conllevan al laberinto del capitalismo”, expresó Soto Rojas.
Reflexionó acerca de cómo asumió los senderos de la libertad y la emancipación para contribuir con su familia y su pueblo con el despertar de la conciencia patriótica, en lo que hoy sigue siendo perseverante; siendo lo más significativo de ello el haber vivido los tiempos del Comandante Hugo Chávez Frías, quien, impactando en la consciencia de los hombres y mujeres de Venezuela, determinó el comienzo de una nueva época, que hoy se cristaliza con la Revolución Bolivariana.
“Seguimos confrontando complejidades, pero con horizontes definidos trazados por el presidente de la República, Nicolás Maduro, para vencer el asedio imperialista de volver al coloniaje; pero venceremos con la concepción bolivariana, la lucha de los pueblos y la unidad cívico militar. Sin duda, venceremos”, subrayó.
Concluyó al reconocer que han sido difíciles sus 90 años, los cuales ha vivido plenamente acompañado. Parafraseó al destacado poeta venezolano, Gustavo Pereira. “Todo empieza y termina en la eternidad, pero la eternidad no sabe de nosotros, sus pobres soñadores”, finalizó el parlamentario.