Guerras del pueblo por Néstor Rivero|Antiimperialismo (Opinión)

La movilización masiva del chavismo hoy contra los factores de desestabilización de la democracia bolivariana de Venezuela es parte de las jornadas de perfil antiimperialista que viene dando nuestro pueblo desde, al menos, los días de Simón Bolívar.

Claro, para entonces las ciencias sociales no habían configurado los análisis y el discurso político que permitiese caracterizar la actuación de las grandes potencias -Inglaterra, España y Estados Unidos entre otras-, como “imperialistas”.

En esos días se hablaba de “imperio” por la índole de la liberación respecto a la tutela política ejercida por la Metrópoli sobre territorios de ultramar. La categoría surgió en 1852 en las barricadas y periódicos dentro de aquella Francia que objetó las aventuras de Napoleón III en el extranjero.

Y a poco se desplazó a Gran Bretaña, donde la oposición civil desaprobó por “imperialistas” actuaciones de William Gladstone. El siglo XX colocó las cosas en su justo término con la expansión estadounidense a partir de 1898, por su habilidosa intervención en la Guerra de Cuba contra España, para despojar a la isla de su independencia, que venían ganando los mabises. así como para adueñarse de Puerto Rico y Filipinas.

De manera que la militancia antiimperialista en cualquier región periférica del planeta, y en el corazón mismo de la Metrópoli, expresa la profunda vocación de grupos personas sensibilizados con la necesidad de condenar dicho orden y de poner en movimiento fuerzas contra un poder opresivo global, económico, político-militar y cultural que impone reglas sin aceptar refutaciones.

La militancia en el antiimperialismo va más allá de la conciencia individual respecto a las condiciones en que opera el poder central sobre sus neocolonias y economías dependientes. Conciencia individual es indispensable, pero insuficiente para transformar realidades políticas sometidas a la lógica de la relación entre los débiles y el fuerte.

El estudio permanente, para elevar la comprensión del fenómeno y dar a otros explicación sobre el asunto -al lado de la movilización también permanente- como toda iniciativa antiimperialista de movilización y concienciación, debe integrar la heterogeneidad en plataformas de organización, potenciando la cohesión de la Nación y el pueblo a la hora de sortear con buen resultado la amenaza de los imperios y el “imperialismo”.

Es reto del PSUV, el GPP y quien repele ideas de una eventual invasión.

nestor5030@gmail.com