La ira es una activación fisiológica en la que se puede perder claridad frente a los pensamientos, de ahí que las decisiones más equivocadas se toman, generalmente, en momentos de alegría máxima, tristeza profunda o furia descontrolada.
«La sangre se va para las extremidades del cuerpo, llegando a la boca, ojos, dedos, manos y pies, con el fin de salir y es por eso que el ser humano en momentos de ira siente la necesidad de salir corriendo o defenderse», explicó Victoria Cabrera, profesora investigadora del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, en Bogotá (capital de Colombia).
Este enojo se manifiesta ofendiendo a los demás, gritando, golpeando con los puños, manoteando o dando patadas.
Aprende a controlarte
– Respira profundo y practica la relajación.
– Elimina el exceso de azúcar y carbohidratos.
– Incluye en tu dieta productos integrales para ayudar a la cordura y aumentar el control.
– Mantén pensamientos que lleven a solucionar el asunto. Meditación.
– Realiza terapias que permitan desahogarte y controlar impulsos violentos.
– Entrenamiento progresivo (Aprendiendo a pensar).
– Preventivamente: en edades tempranas, hay que enseñar a pensar a los niños.
– Ir a un parque, bailar.
Tips
– Tomar un vaso de agua.
– Contar hasta diez.
– Hacer ejercicio.