Al menos 61 personas fallecieron y más de 300 resultaron heridas en una ola de atentados perpetrados este sábado en Irak durante las celebraciones del fin del Ramadán, indicaron las autoridades de ese país.
De acuerdo a la agencia EFE, el ataque más mortífero se produjo en la localidad de Al Tuz, 210 kilómetros al norte de la capital iraquí, donde 11 personas murieron y 60 resultaron afectadas por la explosión de un coche bomba conducido por un supuesto suicida contra una aglomeración de personas en el centro de la localidad.
El segundo atentado fue perpetrado con dos vehículos cargados de explosivos que detonaron consecutivamente en la zona de Al Shaab, cerca de un mercado en el este de Bagdad, lo que causó la muerte de seis civiles y heridas a otros veinte.
Asimismo, cinco personas perdieron la vida y otras quince sufrieron heridas por un coche que fue detonado en el área de Al Kazemiya, de mayoría chií y en el norte de Bagdad, mientras que cinco civiles fallecieron y otros 13 resultaron afectados en un atentado similar en la zona de Al Sayediya, en el suroeste de la capital.
Entre tanto, otro vehículo cargado con explosivos estalló en el área de Abu Deshir, en el sur de Bagdad, causando la muerte a tres personas y heridas a trece. Mientras que en Bagdad al Yedida, se registraron tres decesos y otros doce heridos tras un ataque.
De igual forma, dos civiles perdieron la vida y otros catorce resultaron heridos por la explosión de un automóvil en el barrio de Al Amel, también situado en el suroeste de la capital iraquí.
También se informó sobre el fallecimiento de dos personas y otras nueve que sufrieron heridas por un atentado similar en la zona de Al Zafraniya, ubicada en el sur de Bagdad.
Además, otras cuatro personas perdieron la vida y 67 sufrieron heridas por dos coches bomba en la ciudad de Al Naseriya, de mayoría chií y ubicada a unos 350 kilómetros al sur de Bagdad.
Por otra parte, una persona murió y cuatro resultaron heridas por la explosión de otro coche bomba en la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital iraquí.
En la ciudad de Kerbala, cinco personas murieron y otras 11 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba, mientras que en Babel, un atentado de similares características causó cuatro muertos y siete heridos.
Durante este mes, considerado el mes sagrado de Ramadán, se han registrado unos 800 muertos en todo el territorio, convirtiéndose en el mes más sangriento de los últimos años en Irak.
Según datos del grupo de seguimiento de la violencia en Irak, Body Count, al menos unas cuatro mil personas han muerto en lo que va de año a causa del recrudecimiento de los atentados con bombas y ataques armados.
Los atentados han aumentado considerablemente en los últimos meses, tras el conflicto entre los partidos sunitas y el primer ministro chiita Nuri al-Maliki. Este enfrentamiento acrecienta el temor de que la violencia retorne a los altos niveles registrados durante 2006 y 2007.