En la celebración hoy de los 25 años de administración del Canal de Panamá, el presidente José Raúl Mulino aseveró que la vía interoceánica seguirá siendo para y de los panameños al servicio del mundo.
En las palabras centrales de la conmemoración, el jefe de Estado enfatizó que no hay otras manos en el Canal.
“Pueden estar tranquilos, en nuestras manos se va a quedar para siempre”, remarcó en alusión sin mencionarlas a las amenazas lanzadas por el mandatario electo en Estados Unidos, Donald Trump, que denunció injerencia china y adelantó que, tras su toma de posesión el 20 de enero próximo, retomaría el control de la ruta construida por su país en 1914.
En sus palabras, Mulino resaltó la importancia de mantener los avances alcanzados y enfrentar los retos que se avecinan, entre ellos garantizar una administración sostenible del recurso hídrico y la necesidad urgente de avanzar en proyectos clave, como el embalse de río Indio.
También hizo un recuento histórico de las luchas por la soberanía de la ruta fluvial y la nación, y señaló como logro medular la firma de los Tratados el 7 de septiembre de 1977, en Washington, a cargo de los presidentes James Carter (1977-1981) y Omar Torrijos (1979-1981), “ quienes tuvieron la visión y la nobleza de recorrer el justo camino para que el Canal tuviese la nacionalidad que correspondía, la panameña”, subrayó.
En la comparecencia, Mulino indicó que en este cuarto de siglo en manos panameñas el Canal no ha parado de crecer y son estas las que aportan en gran manera para que el comercio internacional avance por el camino del progreso, hacia nuevos niveles de grandeza.
Esa grandeza impactó en el comercio mundial, ya que muchos puertos en el mundo han modificado su estructura para brindarle a sus economías más ventajas, con mayor eficiencia y competitividad, agregó.
«Es por nuestras manos neutrales que las naciones no temen que un Canal del nivel estratégico como el de Panamá, sea o tome parte activa en ningún conflicto. Porque a los panameños nos interesa un mundo más conectado, con un comercio más abierto y con mayor intercambio de bienes entre los países», remarcó.
También resaltó la importancia de que los jóvenes conozcan y mantengan bien presente el altísimo costo de lucha y sangre que implicó izar esta única bandera como señal inequívoca de soberanía.
A su juicio, toda esa historia y otras que no citó, dijo, dan la tranquilidad de que el Canal tenga un gran futuro, «si estamos juntos, uniendo más que dividiendo, trabajando cada vez más fuerte», opinó.
Instó además a festejar estos primeros 25 años trabajando para que el Canal sea cada día mejor, pensado a largo plazo y que los recursos que genere potencien la seguridad social y el desarrollo nacional.
En el acto , también el ministro para Asuntos del Canal, José Ramón Icaza, puntualizó que en estos 25 años de administración panameña transitaron por el Canal más de 300 mil buques, lo que generó ingresos superiores a los 28 mil millones de dólares, lo cual habla de un servicio seguro y de excelencia.
Por su parte, el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vázquez, indicó que a futuro se busca diversificar las operaciones, teniendo como prioridad la necesidad de garantizar el suministro y uso responsable del agua, su más importante recurso natural.
Durante la conmemoración reconocieron la labor de los más de ocho mil colaboradores del Canal en la figura de Miguel Guerra, que labora hace 25 años en el sector de la informática y fue condecorado con la Orden Vasco Núñez de Balboa, en su grado de Comendador.
Para las organizaciones sociales presentes en el acto,. aunque el Canal aporte el doble o el triple de lo que proporciona actualmente, los problemas persistirán mientras se mantenga el sistema y modelo económico que genera desigualdad, pobreza y desempleo y que favorece, casualmente, al puñado de familias que controlan no sólo el Canal, sino también el capital financiero, los partidos y otros bloques políticos.
Eso explica que a 25 años de la reversión del Canal, Panamá sea el cuarto país del mundo con la mayor brecha entre ricos y pobres, según un reciente comunicado del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales ( Frenadeso).