Medio millón de niños se vieron obligados a abandonar sus hogares en el noreste de Nigeria y zonas fronterizas, por los intensos ataques de Boko Haram en los últimos cinco meses, informó este viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Con esta cifra, asciende a 1,4 millones los niños de la región que deben buscar refugio en otros lugares, dentro y fuera de Nigeria, por el recrudecimiento de la violencia en el país africano.
«Es verdaderamente alarmante ver estos niños y mujeres que siguen siendo asesinados, secuestrados o utilizados para hacer estallar bombas», afirmó en un comunicado el director de Unicef para África Central y Occidental, Manuel Fontaine.
En el norte de Nigeria, niños en su mayoría menores de cinco años, han tenido que dejar su país de origen, pero solo 265 mil han encontrado refugio en Camerún, Chad y Níger. En ese sentido, Unicef reiteró su llamado a aumentar los fondos destinados a asistir a los niños, puesto que solo se ha obtenido el 32 por ciento de ayudas para cubrir las necesidades de la región.