Varias muertos y heridos causó este domingo, la detonación de sendos coches bomba en una iglesia protestante en un campo militar en Jaji, en el norteño estado nigeriano de Kaduna, según informes discordantes.
Las fuertes explosiones fueron perpetradas por coches bombas dentro del Colegio de Comando y Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y las cifras de víctimas mortales oscilan entre cinco y nueve, con posibilidad de que se incrementen, dijeron las autoridades.
Los reportes indican que un primer vehículo cargado de explosivos se proyectó contra la iglesia y cuando llegaron los socorristas y curiosos otro segundo auto detonó activado a distancia. El mayor número de decesos ocurrió tras la segunda deflagración, señaló una fuente militar sin identificar.
Estos tipos de hechos son frecuentes en el norte de Nigeria y en su mayoría son atribuidos a la organización islámica radical Boko Haram.
A principios de mes una comisaría policial, una escuela y dos torres de comunicación en la ciudad de Fika, en el noreste de este Estado africano, fueron atacadas por hombres armados.
El puesto de seguridad fue incendiado por los atacantes y se conjeturó por testigos del fallecimiento de dos uniformados, aunque sin verificarse por fuente oficial alguna.
Lazarus Eli, portavoz del ejército del estado de Yobe, confirmó a periodistas los ataques y dijo sospechar que «se trata de terroristas de Boko Haram».
En las últimas semanas el ejército nigeriano arremetió con fuerza sobre Boko Haram y el 7 de octubre unos 30 integrantes del grupo islamista radical murieron en un enfrentamiento con tropas en la ciudad de Damaturu, capital de Yobe.
Durante el choque armado falleció el comandante de la organización en esa región, nombrado Bakaka «El tuerto», divulgaron medios de prensa.
Los datos oficiales cifran en más de mil 500 los muertos desde el 2009 cuando fuerzas de seguridad nigerianas ultimaron al líder de la organización, Mohammed Yusuf.
El Ejército de Nigeria ofreció ayer 1,8 millones de dólares por la captura de 19 líderes del grupo radical Boko Haram.
La recompensa incluyó al jefe del movimiento radical, Abubakar Shekau, por quien se pagará de premio 318 mil 500 dólares, anunció un comunicado divulgado por medios de prensa en esta capital.
A estos insurgentes se les busca por estar vinculados a «actos terroristas» en el norte del país, además de asesinatos y atentados contra civiles, funcionarios públicos, líderes religiosos y tradicionales, políticos, comerciantes, personal de seguridad, y otros.
Según la nota de la Fuerza de Intervención Conjunta del Ejército de Maiduguri, capital de Borno, Boko Haram también es responsable de incendio y destrucción de propiedades valoradas en millones de dólares.