Una amenaza de bomba provocó que un avión de la aerolínea Korean Air realizara un aterrizaje de emergencia en la base militar de Comox, ubicada en la isla canadiense de Vancouver.
El incidente lo provocó un aviso de supuesto sabotaje recibido en las oficinas de la aerolínea surcoreana en Los Ángeles, Estados Unidos.
Las fuerza aérea de Canadá confirmaron que el descenso no provocó daños al avión, que cubría la ruta Vancouver-Seúl.
Según informó la televisión pública canadiense, la aeronave, con 149 pasajeros a bordo, aterrizó escoltado por cazabombarderos estadounidenses F-15 estacionados en una base en Portland, estado de Oregón.
La aerolínea recibió otra amenaza de bomba relacionada con este vuelo, poco antes de que despegara, por lo que expertos de la compañía revisaron el aparato en busca de explosivos y después de dos horas, ordenó el despegue al no encontrar nada.
Poco después, se produjo la llamada a las oficinas de Los Ángeles, lo que provocó el aterrizaje de emergencia.
James Koh, de la oficina de Korean Air en Vancouver, informó que la persona que llamó hablaba inglés y que las autoridades grabaron las dos conversaciones telefónicas, por lo que ya iniciaron las investigaciones.