Podrá verse en la cúspide en unos cinco años|Balonmano en Venezuela se proyecta como deporte potencia

La práctica del balonmano en Venezuela tiene un futuro promisorio, cuya cúspide podrá verse en unos cinco años, destacó este viernes el entrenador de la selección nacional de esa disciplina, Henry Olivo.

«Venezuela es campeona suramericana de balonmano en la categoría sub 21 y eso deja ver su potencial. Ya tenemos participación en torneos panamericanos y los resultados han sido buenos, creo que de aquí a cinco años podremos estar a la altura de otros grandes equipos de la región y ganarle tanto a Brasil como a Argentina, que están avanzados en este deporte», indicó Olivo, durante una entrevista en el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión.

El entrenador señaló que el auge del balonmano en el país comenzó en 1999. Aunque ya en la década de 1980 se practicaba en algunos centros educativos, fue a partir de ese año cuando surgió con fuerza en Táchira, Lara y Carabobo. «Luego se fue trasladando a otros rincones de la nación hasta que llegó a Caracas, donde ahora tenemos lugares específicos para la formación de jóvenes», expresó.

La Unidad de Talento Deportivo del Distrito Capital (al lado del Parque Naciones Unidas, en El Paraíso), la escuela María Taberoa, en Caricuao; la Unidad Nacional Escolar Gran Colombia (en la parroquia Santa Rosalía) y el Instituto Nacional de Deporte, en Montalbán, son los lugares donde se chequea a los jóvenes para su inicio en esta disciplina.

El profesor Olivo trabajó en el Liceo Caracas durante unos años y a su paso se consolidó un equipo de balonmano femenino, del cual salieron varias jugadoras para la selección nacional: Ana Riera, Kenyerling Borrero e Indrani Herrera.

«No conocía este deporte y el profesor nos habló tanto de él que me quedó la curiosidad y quise saber más. Comencé a practicarlo y me di cuenta que es un deporte que se practica con el corazón más que con el cuerpo», expresó Riera, también en la entrevista de este viernes.

Entre las ventajas de practicar este deporte, Riera habló de la fortaleza en su área física y mantenerse en forma, así como conocer nuevos amigos y hermanos «porque me la paso más con ellos más que con mi familia. Conoces gente de varias lugares y, sin darte cuenta, estás dentro de un nuevo núcleo que se convierte en parte de tu familia».

En tanto, Kenyerling Borrero expresó que al principio no era sencillo practicar esta disciplina porque «todas teníamos fallas pero el profesor nos va corrigiendo y uno va mejorando. Yo no me sentía entusiasmada cuando inicié pero después te enamoras y pasas más tiempo entrenando que en la casa».

Borrero cumplió el sueño de todo competidor: llegar a la selección nacional, pero está consciente de que la misión continúa y que lo importante no es sólo estar dentro del seleccionado principal del país sino mantenerse allí.

El balonmano no es un deporte común que se practique en las barriadas caraqueñas. «Me atrapó cuando me dijeron que existía ese deporte, me gusta porque no todos lo practican, es como hacer algo nuevo, algo distinto, fui creciendo poco a poco, salí del liceo a la selección distrital y ahora estoy en el equipo nacional, realmente me gusta», apuntó Indrani Herrera.

ASPECTOS TÉCNICOS

El objetivo del balonmano es desplazar una pelota a través del campo, valiéndose fundamentalmente de las manos, para anotar gol en la arquería contraria.

Se juega en una cancha de 40×20 metros. En el profesional, la duración de un partido es de 60 minutos, dividido en dos tiempos de 30 minutos cada uno.

Para los equipos de jóvenes de entre 12 y 16 años es de dos tiempos, de 25 minutos, y para las edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, es de dos tiempos de 20 minutos cada uno. En ambos casos el descanso es de 10 minutos.

Cada equipo debe salir a jugar con siete atletas. Seis se disputan el partido y uno permanece en la portería.

Fuente/AVN
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