El secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, recibirá este lunes al enviado especial a Siria, Lakhdar Brahimi, para analizar la marcha de las gestiones que el organismo multilateral realiza con el fin de dar inicio a un proceso político y solucionar la crisis que vive esa nación desde marzo de 2011.
El encuentro fue anunciado en la agenda oficial del secretario general para las 11:50 hora local de Nueva York, al noreste de Estados Unidos (17:50 hora local GMT) de este lunes.
Además, para informar sobre el estado de su mediación el emisario de la ONU comparecerá el próximo 29 de enero ante el Consejo de Seguridad, informó la semana pasada el actual presidente del Consejo de Seguridad, el embajador de Pakistán, Masood Khan.
Brahimi ha desarrollado una serie de contactos que abarca desde el presidente de Siria, Bashar Al Assad, y líderes de la oposición armada, hasta los segundos al mando de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia, William Burns y Mijail Bogdanov, respectivamente.
En esos encuentros se reafirmó lo acordado en junio pasado en Ginebra, Suiza, por el Grupo de Acción para Siria a favor de un proceso de transición y la creación de un cuerpo provisional de gobierno formado por miembros de la actual administración y de la oposición.
Entre tanto, el presidente Bashar Al Assad presentó hace dos semanas una iniciativa para lograr un pacto político que ponga fin al conflicto. El mandatario ha insistido en la necesidad de que Occidente cancele el suministro de armas a los insurgentes.
Al Assad reiteró que los grupos armados «son terroristas» que buscan desestabilizar a su gobierno con el apoyo de otros países. Expresó su disposición a dialogar, excepto con fuerzas del extranjero.
El plan del jefe de Estado sirio contempla un amplio proceso político y la elaboración de una nueva Constitución, elecciones parlamentarias y la creación de un nuevo gobierno. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el titular de la ONU al opinar que no contribuye a una solución que conduzca al fin de la crisis.
Desde marzo de 2011, el Gobierno de Al Assad ha acusado a grupos armados de perpetrar ataques contra la población civil y militar de ese país. Algunas de las acciones violentas han sido reivindicados por insurgentes del Ejército Libre Sirio (ELS).
Los ataques han dejado desde marzo de 2011 hasta noviembre de 2012 al menos 60 mil muertos, según los últimos datos de las Naciones Unidas.
Además, dos millones y medio de sirios necesitan ayuda humanitaria, de los cuales un millón y medio han tenido que dejar sus hogares y son desplazados internos; y más de 250 mil personas han abandonado el país y son refugiados en países vecinos, según la ONU.