El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rubricó este martes una orden ejecutiva que deja el camino libre a la aplicación de sanciones contra el programa nuclear que desarrolla la República Islámica de Irán.
Tommy Vietor, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés), dijo que la orden ejecutiva aprueba la puesta en marcha de las sanciones contra Irán, incluidas en una reciente ley promulgada el 10 de agosto.
Esa ley amplía el programa de sanciones de 1996 contra Irán y extiende el impacto extraterritorial de las sanciones impuestas por Washington.
Estados Unidos encabeza a un grupo de países occidentales que trata de frenar el desarrollo de un programa nuclear iraní, cuyo gobierno ha dado todas las garantías que se trata de una investigación con fines pacíficos.
La orden ejecutiva firmada por Obama prohíbe que las instituciones financieras estadounidenses otorguen préstamos o créditos a las personas y entidades afectadas por las sanciones; también redoblar las sanciones existentes para impedir la venta de petróleo iraní, y penaliza la adquisición de productos petroquímicos. Las sanciones se aplicarán a individuos y entidades que ofrezcan apoyo material a la Compañía Nacional Petrolera iraní, la empresa Naftiran Intertrade Company y el Banco Central iraní, entre otros.
Vietor enfatizó que «si el Gobierno iraní continúa en desafío, no debe haber duda de que Estados Unidos y nuestros socios continuaremos intensificando las sanciones e imponiendo mayores consecuencias».