La gestión del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha decaído de manera significativa en estos tres años, y en este momento es desaprobada por 57% de la población estadounidense.
Así lo refleja una encuesta realizada por la empresa Gallup, la cual demuestra que en su tercer año de mandato, Obama registra una tasa de aprobación de 43%, mucho menor que el promedio de su primer año que alcanzó 57%.
Esta cifra (43%) evidencia -claramente- que actualmente 57% del pueblo estadounidense rechaza el plan y las políticas de Gobierno del mandatario, en su intento por combatir la crisis económica que afectó a países europeos y, especialmente, a esta nación.
El primer mandatario estadounidense de raza negra prometió incrementar la economía de su país y lo ha ratificado en varias alocuciones desde el día que inició su campaña para asumir la reelección a la presidencia de Estados Unidos.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Ciudadanos norteamericanos rechazan a Obama, ya que a tres años de haber asumido la presidencia de Estados Unidos, el número de pobres ha aumentado de manera alarmante y más de 46 millones de personas están bajo la línea de la pobreza.
Uno de cada tres estadounideses afirma que su situación financiera empeoró desde que Barack Obama tomó las riendas del país, según una encuesta realizada por The Washington Post que señala que 30% de los ciudadanos estiman que su situación económica es peor en la actualidad.
El próximo martes, Obama presentará durante su discurso anual el «Estado de la Unión», un plan económico que, a su juicio, «sirva para todos y no sólo para unos cuantos ricos», según un video divulgado este sábado por los medios de comunicación.
Obama hizo el adelanto el mismo día en que el Presidente anunció el cierre de la cárcel en la base militar de Guantánamo que ha sido un reclamo mundial de las personas.
Para aquella fecha (20 de enero de 2009), Obama dijo que la medida forma parte de un «esfuerzo» que su Gobierno pondrá en marcha para restaurar la autoridad moral de su país en el mundo. «He dicho reiteradamente que EEUU no tortura y me aseguraré de que no torturamos», insistió, pero esta promesa ha sido incumplida.
Los aspirantes presidenciales republicanos, en general, han pintado a Obama como un presidente que quiere instalar un sistema «socialista» en Estados Unidos.
Por su parte, el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, manifestó que “esta muy claro que la política débil que ha tenido la administración de Obama y los demócratas en el Congreso ha hecho que la economía empeore y sea más difícil para los pequeños comerciantes generar más fuentes de empleos”.