El ministro para Ecosocialismo y Agua, Guillermo Barreto durante un acto con la red de Conuqueros destacó que los pequeños productores o productores artesanales “son parte de un nuevo modelo productivo y una visión ecosocialista de la agricultura y la naturaleza».
Barreto señaló la importancia que para el proceso político y económico representa el proyecto bioético de “Ley de Semilla autóctona” como herramienta de transformación de la realidad, pero no a partir de la idea de dominación, sino de la idea de responsabilidad y de corresponsabilidad.
En este sentido, llamó la atención sobre este proyecto de “semillas autóctonas” elaborado por varios ministerios y llevado a consulta mediante asambleas en todo el país y cuya característica principal es ser antitransgénico, antipatente y protector de la biodiversidad.
Barreto advirtió que esta ley no incluye las semillas de uso industrial, sin embargo, permitirá a las semillas campesinas contar con un marco de Ley que impide limitar la libertad de los campesinos e comunidades indígenas al uso de la semilla autóctona.
ECOSOCIALISMO Y BIOÉTICA
Barreto comentó que en la Revolución Bolivariana, los procesos de transformación sociopolíticos han transitado por una serie de formulaciones que han ido radicalizándose desde el 2004 cuando nos declaramos anti-imperialista; en el 2006, socialista y, finalmente, en el 2012, con el quinto objetivo histórico del Plan Patria ahora Ley de la Nación, como ecosocialista.
“El ecosocialismo, si bien está en plena construcción, tanto como categoría así como praxis política, puede entenderse, tal como su nombre lo indica, como la conjunción de dos proyectos de transformación de la sociedad específicos: el socialista y el “ecologista”, explicó.
ECOSOCIALISMO Y REVOLUCIÓN
Para Barreto “el socialismo y la ecologismo parten de valores sociales cualitativos, irreductibles al mercado, fundados sobre una rebelión contra el capital, para el cual el crecimiento es visto como exponencialmente ilimitado”.
“En el caso del ecosocialismo, estos valores sociales se traducen en el desarrollo de una línea de acción central: reintegrar la económica no solamente en su entorno social, sino también en el entorno natural, a partir de la toma de conciencia de que la crisis ecológica mundial actual tiene como sustento la
dinámica de funcionamiento del capitalismo, el cual somete a la naturaleza a los imperativos ilimitados del capital”, dijo.
Barreto explicó que “el ecosocialismo plantea el reconocimiento de la existencia de límites naturales al crecimiento; se opone entonces a la relación directa entre dominación del hombre por el hombre y dominación de la naturaleza, esto significa que el ecosocialismo se diferencia de muchas de las
corrientes ecologistas, en que plantea que la crisis ecológica actual ya que no puede dejar de lado las grandes desigualdades sociales, sino que la misma sólo podrá resolverse si se pone fin a estas desigualdades”.