La unidad aragüeña también ofrece plantas medicinales | Base Agroproductiva Socialista La Limonera cosecha hortalizas libres de químicos

El sabor de un tomate rojo intenso, de un pimentón brilloso cosechados en  la Base Agroproductiva Socialista (BAS) La Limonera de Aragua, es diferente del que ofrecen los mismos alimentos adquiridos en un supermercado. La razón principal estriba en que en esta unidad no se utilizan químicos; todo es natural.

Otro elemento, quizá,  sea que quien pasa de manera cotidiana por este pedazo de tierra del municipio Mario Briceño Iragorry,  percibe la dedicación que los agricultores urbanos consagran a cada planta, a cada fruto o retoño.  Los movimientos  aquí parecen  hacerse por amor al cultivo y no por obligación.

El coordinador de la fundación Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara) en Aragua, Tomás Ramos, valida esa sensación.  Y es que, a su juicio, la experiencia de recuperación del espacio es considerada, en la comunidad Mata Seca, como una historia admirada por todos y todas.

La producción agrícola no se concibe aquí desde el punto de vista de la rentabilidad, sino en procura de satisfacer las necesidades humanas, acotó Ramos. Ello redunda en la mejor calidad de vida del ser humano, en  armonía con el medio ambiente.

Bordeado por grandes casas, desde cuyas ventanas se observan las jornadas diarias, el espacio  produce, además de tomates y pimentones,  acelgas, lechugas, calabacines, cebollines, entre otros.

Además,  se plantan arbustos medicinales utilizados desde tiempos remotos para extinguir dolencias, enfermedades, y hasta el desamor. Los cultivadores ríen cuando alguien acude a hacerse de alguna rama que ayude a cambiar el estado civil.

DE BOTADERO A SEMBRADÍO

Ramos comentó que antes el lugar se usó como botadero de basura y centro  de delincuencia. En diferentes  ocasiones se denunciaron atracos, robo de vehículos. A partir de 2011, la comunidad, preocupada por eso, arranca la recuperación del lugar.

Ese año, un colectivo inscribió el terreno en la Gran Misión AgroVenezuela. El punto cuenta con una superficie de poco más de una hectárea. El proyecto contempla dos fases: 5 mil metros cuadrados para diversas actividades productivas, entre ellas siembra de hortalizas;  y la otra media hectárea para  frutales y forestales.

Ramos comentó que la agricultura no  solo se forja en grandes extensiones de terrenos, sino también en las ciudades y pequeños poblados, como el caso de La Limonera.  Patios, azoteas, jardines son elementales en esta actividad.

Ramos destacó que  la formación es  un aspecto común en La Limonera. De hecho, se constituyó una brigada escolar de agricultura urbana. Son niños y niñas de los planteles  cercanos,  en especial provenientes de El Progreso. Ello es  parte de las políticas  de la Gran Comuna en construcción El Limón.

“La Comuna cuenta con canchas deportivas, una bloquera. Es decir, la Revolución se expresa desde todos los ámbitos. En la BAS hemos producido hasta ahora  1.539 kilos de rubros (desde noviembre 2011) que se han colocado en la misma comunidad”, precisó.

Resaltó que se dispone del centro de distribución de insumos, instituido dentro de la BAS con el apoyo del Ministerio  del Poder Popular para la Agricultura y Tierras  y Maderas del ALBA. “Allí las comunidades pueden conseguir sus semillas, sus herramientas, materiales, los biológicos a un precio justo”, aseveró el funcionario.

VARIEDAD SANA

En casi 10 metros cuadrados se utiliza la metodología de siembra sobre mesones armados con partes de paletas de madera.  Las lechugas, cebollines, ajíes, entre otros, germinan sin problemas. Esta  técnica es ideal para la agricultura familiar.

A un lado se halla el vivero, que muestra plantas ornamentales, medicinales y forestales. “Hasta la fecha”,  pormenorizó Ramos, “pese a que el vivero se encuentra en una etapa de propagación, se han sacado unas 400 plantas. Se espera albergar 1.500 ornamentales en esta porción de terreno”.

Indicó que el sector Mata Seca goza de la cultura del cuidado  de las plantas ornamentales y forestales. De ahí que en el trayecto para ingresar a la BAS se divisen múltiples especies que, según los trabajadores y trabajadoras, hacen parte del paisaje desde hace  décadas.

Entre la vegetación medicinal, cuentan con mayor popularidad el malojillo, el romero, el orégano orejón, la sangría y la  yerbabuena. De acuerdo a no pocos en el perímetro, estas matas libran de tos, fiebre y gripe a la gente del entorno.

LOMBRICES ALIADAS

El lombricario cuenta con seis canteras de 28 metros cuadrados cada una, en cuyos interiores fluyen abono solido y líquido netamente biológico. “Ese componente ayuda al mejor desarrollo de la planta sin necesidad de utilizar químicos”, puntualizó Tomás Ramos.

“Ello se logra colocando sustrato en las canteras de bloques u otros materiales. Las lombrices descomponen ese sustrato, y el elemento final es colocado como abono, que hace elevar la calidad nutricional de los plantas”, contó.

Aclaró que esas lombrices no son para el consumo humano. No obstante,  subrayó que no albergan ningún tipo de sustancia perjudicial. Es tanto así que en heterogéneas culturas, estas criaturas hacen parte de la variedad gastronómica.

A PRECIO JUSTO

En opinión de Gleys Cabello, quien es responsable de la Base Agroproductiva Socialista La Limonera de Aragua, el control de plagas de forma natural es posible y fácil. Dicho procedimiento permite que la lechuga y el tomate –y casi todo- se conserven  más tiempo en la nevera. “Las 100 familias que compran los viernes hacen cola porque sabe que además los productos se venden con 60% de descuento”.

Detalló que en el municipio muchas personas se han interesado en el cultivo en sus patios y jardines. Eso se debe, añadió Cabello, a que al presenciar experiencias como La Limonera se origina un entusiasmo inmediato.

La Limonera posee  30 canteras, una casa de cultivo, un vivero, mesas, el centro de distribución de insumos, un centro de formación, una zona jardín, el lombricario y un conuco. El Gobierno Nacional invirtió 250 mil bolívares. Cuando concluya la casa de cultivo y otros puntos alcanzará el millón de bolívares.  Se estima aumentar de 6 a 15 trabajadoras y trabajadores directos.

TyF/ Luis Tovías Baciao
Maracay