Fieles asistieron a la ceremonia|Beatifican a sacerdote italiano asesinado por la mafia siciliana

El Vaticano beatificó este sábado en la ciudad italiana de Palermo al sacerdote Pino Puglisi, asesinado en septiembre de 1993 por haber combatido durante todo su magisterio contra Cosa Nostra, la mafia siciliana.

A la ceremonia de beatificación asistieron decenas de miles de fieles de todo el país, y fundamentalmente de la pequeña Godrano, la localidad palermitana donde Puglisi trabajó en los años 70 para ayudar y dar confianza a una comunidad golpeada por la violencia de la mafia.

Desde Brancaccio, el barrio de Palermo donde nació y donde los sicarios acabaron con su vida, también llegaron fieles para participar en un acto en el que se leyó un mensaje del presidente italiano, Giorgio Napolitano.

En la misiva, el jefe de Estado resaltó del sacerdote su profunda generosidad y altísimo valor, y recordó el horror suscitado en todo país cuando se supo de su bárbaro asesinato.

Don Puglisi continúa representando un ejemplo para todos aquellos que no quieren inclinarse a las prevaricaciones de la criminalidad mafiosa, añadió Napolitano.

El pasado año el entonces Sumo Pontífice, Benedicto XVI, proclamó al religioso como mártir, lo que abrió las puertas al camino de la beatificación, hasta llegar a la primera vez en que la Iglesia católica reconoce así a una víctima de la Cosa Nostra.

Con este acto Puglisi se acerca a la santidad, pero para que sea reconocido como santo sería necesario que se le atribuyera un milagro.

Sin embargo, para muchos de los ciudadanos de Palermo, Don Pino había subido ya a los altares por su atención a los más jóvenes y la lucha y denuncia de los métodos mafiosos que aterrorizaban la ciudad.

El sacerdote, párroco de la iglesia palermitana de San Gaetano, recibió un disparo en la nuca el día de su cumpleaños, el 15 de septiembre de 1993, en el primer asesinato de la mafia a un sacerdote que se oponía y denunciaba sus métodos.

Los hechos se produjeron por orden de los hermanos Giuseppe y Filippo Graviano, jefes de la zona en la que se encontraba la parroquia de Puglisi, según reveló posteriormente el hombre que disparó, Salvatore Grigoli.

Durante la misa al aire libre, a la que acudieron también funcionarios italianos de alto rango, el arzobispo de Palermo, el cardenal Paolo Romeo, expresó que los jefes de la mafia no deberían ser considerados miembros de la Iglesia Católica incluso aunque profesen la religión.

Los métodos de asesinato de los mafiosos revelan su verdadera esencia, rechazan el dios de vida y amor, apuntó.

Texto/Prensa Latina
Foto/Archivo

y si fue un pedofilo? como el vaticano esta seguro y quien juzga es dios no el ser humano y por lo que se ve ya el vaticano lo juzgo y lo declaro libre de pecado… Dios es el que juzga y a dios es a quien se le venera se le da culto y se adora