La cancillería de Belarús expresó este miércoles preocupación por el derribo del avión militar ruso por las fuerzas aéreas de Turquía en territorio de Siria, con la muerte de uno de los pilotos.
El trágico incidente genera una preocupación extrema, declaró el portavoz, Dmitri Mironchik, al advertir que el hecho ocurrió en una región donde acontece por varios años una confrontación armada sangrienta.
Lamentó el funcionario que el incidente involucre a dos estados considerados, uno hermano (Rusia) y otro amistoso, como Turquía, puntualizó la fuente.
Mironchik instó en el comunicado oficial a una contención de las partes y a un trabajo conjunto en pos de una distensión, a la par de que se esclarezcan los detalles del suceso para evitar hechos similares en un futuro, dijo.
Sobre el incidente el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró ayer que el bombardero Su-24 fue derribado por un misil aire-aire desde un caza F-16 de las Fuerzas Aéreas de Turquía, y cayó en territorio de Siria a cuatro kilómetros de la frontera sirio-turca.
El alto mando de Rusia asegura que el avión no violó los límites fronterizos, como alegó Ankara en su justificación de supuesta autodefensa ante un potencial peligro. Con posterioridad se adujo que hasta desconocían la identidad del aparato abatido.
Para Minsk, el giro dramático de los acontecimientos no favorece los intereses de ninguna de las partes, en tanto representa un peligro de consecuencias geopolíticas para la causa común que es la lucha contra el terrorismo internacional, enfatizó la cancillería.
En Moscú, el consejo permanente de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) celebró una sesión extraordinaria con integrantes del Estado Mayor General de Rusia, que ofrecieron una información detallada del derribo del bombardero, con fotos y vídeos.
Según el esquema presentado por expertos militares rusos, el Su-24 voló a un kilómetro de la frontera turca y cayó a cuatro kilómetros de ésta. El caza F-16 huyó en dirección a Turquía tras el impacto, reprodujo el secretario de prensa de la OTSC, Vladimir Zainetdinov.
La organización, que agrupa a uno seis países de la Comunidad de Estados Independientes, consideró el incidente una grave violación de las normas del derecho internacional y del memorando suscrito por Estados Unidos con Rusia sobre la seguridad de los vuelos en Siria durante los bombardeos a las posiciones terroristas.
El citado documento tiene carácter vinculante para el resto de los aliados de la coalición capitaneada por Washington, de la cual forma parte Turquía como miembro de la OTAN, según recordó el canciller ruso, Serguei Lavrov.