Serbia y Kosovo analizarán este martes en Bruselas el nivel de autonomía de la comunidad serbiokosovar en la octava ronda de conversaciones entre ambas partes, mediadas por la Unión Europea (UE).
En una conferencia de prensa, el presidente serbio, Tomislav Nikolic, anunció que el viceprimer ministro Aleksandar Vucic, líder del Partido Progresista Serbio, el mayor de la coalición en el poder, integrará la delegación de su país, lo cual demostrará la unidad de la dirección del Estado.
La reunión entre ambas partes, encabezadas por el jefe de Gobierno Ivica Dacic y su homólogo kosovar, Hashim Thaci, deberá decidir el tipo y grado de competencia de órganos autónomos para unos 20 mil serbios concentrados en el norte de la provincia de Kosovo, entre otros asuntos.
Belgrado demanda que el autogobierno en los municipios donde los serbiokosovares son mayoría contemple prerrogativas en materia policial y jurídica, a lo cual por el momento se opone Pristina.
Sobre las conversaciones de este martes, el funcionario del Partido Socialista de Serbia, Branko Ruzic, manifestó que la próxima reunión no será la solución definitiva.
En recientes declaraciones, Ruzic afirmó que eran muy optimistas si esperan resolver en este encuentro ese problema histórico, aunque destacó la posibilidad de llegar a un acuerdo «en una muy importante y difícil ronda del diálogo entre Belgrado y Pristina».
Desde octubre pasado, ambos gobiernos sostienen conversaciones periódicas en Bruselas para discutir los asuntos sobre Kosovo, cuya proclamación unilateral de soberanía, en febrero de 2008, rechazó Serbia.
No obstante, Belgrado está bajo presión de la UE, que evaluará el avance en las pláticas y la marcha de las reformas internas para tomar una decisión antes de finalizar este año sobre la asociación con el país.
Más allá de las diferencias, serbios y kosovares lograron arreglos bilaterales en materia de reconocimiento mutuo de títulos, transporte y energía, así como de la participación de Pristina en foros internacionales.
Tras los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre marzo y mayo de 1999, contra la entonces Yugoslavia, las tropas de ese bloque militar ocuparon Kosovo bajo bandera de la ONU y luego permitieron allí la creación de un estado, cuya soberanía aún se niegan a reconocer cinco naciones de la UE.