El gobierno boliviano convocó este lunes a los embajadores de España, Francia e Italia, además del cónsul de Portugal, como motivo de la negativa de vuelo al avión de Evo Morales por los espacios aéreos de los respectivos países.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, informó la determinación de llamar a esos embajadores con la intención de que expliquen el motivo del bloqueo aéreo a la nave presidencial, por sospechas infundadas de que trasladaba al exagente de seguridad estadounidense Edward Snowden, buscado por Washington.
En conferencia de prensa, Dávila, también vocera presidencial, dijo que los referidos embajadores deben presentarse en el transcurso de la jornada en la Cancillería, aunque adelantó que «algunos ya lo están haciendo».
El martes de la semana anterior, cuando regresaba de Rusia, donde asistió al Foro de Países Exportadores de Gas, el presidente Evo Morales no pudo sobrevolar los espacios aéreos de esos países, ni realizar operaciones de provisionamiento, lo cual obligó a un aterrizaje de emergencia en Viena, Austria.
Durante una estancia de 14 horas en la capital austriaca, el embajador español en la referida capital conminó al mandatario a que dejará revisar su avión como condición para permitir el sobrevuelo de su territorio.
El propio presidente, en declaraciones emitidas días después, contó detalles de sus conversaciones con el diplomático español y de su negativa a permitir que la nave fuera requisada.
La retención de Morales en Viena generó un gran movimiento internacional de repulsa, que tuvo su colofón en una cumbre de la Organización de Naciones Suramericanas (Unasur) en la ciudad boliviana de Cochabamba, a la cual asistieron los presidentes de Argentina, Uruguay, Venezuela, Ecuador y Suriname.
Los mandatarios aprobaron en la referida urbe la llamada Declaración de Cochabamba, en la cual, entre otras cosas, exigen una explicación a las referidas naciones europeas por lo que consideraron un ultraje a Bolivia y a los países de la región.