El gobierno de Bolivia, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, liberará hoy mil 200 tortugas (600 tartarugas y 600 petas de agua) en el río Tahuamanu, especies amenazadas por el comercio y contrabando de huevos y carne.
La tarea forma parte del Proyecto de Repoblamiento de Quelonios Podocnemis unífilis y Podocnemis expansa en los ríos Tahuamanu y Orthon, del departamento de Pando, señaló este viernes un artículo publicado por el periódico Cambio.
Estas tortugas habitan en los ríos de la amazonia boliviana. Ambas especies de petas son consumidas por su carne y huevos, por lo que se encuentran en peligro de extinción.
La tartaruga es la tortuga más grande de Bolivia, pesa entre 15 y 60 kilos y su caparazón mide entre 50 y 90 centímetros, mientras la peta de agua llega a pesar hasta 12 kilos y las hembras adultas alcanzan un tamaño mayor que los machos.
Ambas especies habitan en los ríos de los departamentos de Pando, Beni, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz. Son frugívoras, herbívoras y en algunos casos omnívoras.
Estos animales son importantes dispersoras de semillas en los bosques inundados amazónicos.
La Podocnemis expansa pone entre 26 y 184 huevos al año, los cuales eclosionan después de 42 a 68 días. La Podocnemis unifilis pone hasta 60 huevos, y su período de incubación es de 70 días.
Son consideradas como fuente de proteínas, huevos y aceite para las comunidades asentadas en las riberas de los ríos en la amazonia boliviana, pero el contrabando y comercialización de sus huevos y carne, a través de intermediarios, representa la mayor amenaza para esta especie debido a la elevada demanda del mercado ilegal.
La Podocnemis expansa, también llamada tartaruga, se encuentra categorizada como especie en peligro; la peta de río (Podocnemis unifilis), más pequeña, está categorizada como vulnerable, según el Libro Rojo de los Vertebrados de Bolivia.
El proyecto beneficiará también a los pobladores locales que aprovechan las especies para la alimentación.