Aviones cedidos por el Pentágono atacaron con napalm| Con bombas contra los civiles empezó la invasión a Cuba

A cincuenta de la invasión montada por la CIA contra Estados Unidos contra Cuba, el portal Cubadebate reveló que la población civil fue atacada con bombas de napalm. El señalamiento fue hecho por la cineasta Rebeca Chávez, autora de un documental en el que recoge el testimonio de tres reporteros gráficos que cubrieron lo combates del 16 de abril en Bahía de Cochinos.

Uno de los fotógrafos confesó que no estaba preparado para asimilar la experiencia de ver cómo un contingente de milicianos fueron “achicharrados” dentro de los autobuses en los que se dirigían a defender su patria: “Para mí, que era un fotorreportero de guerra inventado, esa fue una imagen muy violenta, porque yo no estaba adaptado a eso”.

Las fotos mostradas en el documental son elocuentes: entre hierros retorcidos y tierra calcinada se adivina lo que quedó de los jóvenes voluntarios, reducidos a carbón. Pero también se ven los cuerpos de dos mujeres tendidos boca abajo en la carretera, sus cuerpos están cubiertos de ampollas.

CRIMEN Y MONTAJE

La decisión de armar una fuerza para invadir a Cuba se remonta a los tiempos en que Richard Nixon, en su condición de Vicepresidente de EEUU, se entrevistó con Fidel Castro en 1959. Dwight Eisenhower la ratificó y Kennedy no la echó para atrás; tenía apenas tres meses en la Presidencia cuando los mercenarios entrenados en Guatemala zarparon rumbo a la isla de Martí.

Mientras los buques se acercaban a Bahía de Cochinos, en la provincia de matanzas, varios aviones de combate cedidos por el Pentágono atacaron aeropuertos militares de Cuba. Las aeronaves estaban pintadas como si fueran de la aviación cubana. Esto era parte de un plan mediático. Uno de los aviones agresores aterrizó en Miami y el piloto declaró que era un oficial cubano y que formaba parte de una sublevación contra Fidel Castro. Y al mismo tiempo que la prensa divulgaba esa “noticia”, en el Consejo de Seguridad de la ONU el representante de EEUU trataba de imponer esa versión para propiciar medidas contra la Revolución Cubana. No obstante, el New York Times publicó el propio 16 de abril que el Gobierno estadounidense ayudaba a entrenar fuerzas “anti-Castro” en una base militar en Guatemala.

La derrota en 72 horas de los 1.500 mercenarios que desembarcaron en Playa Girón, puso al descubierto el montaje mediático. El Departamento de Estado estadounidense manejó toda su maquinaria de opinión pública para manejar la crisis que representaba un fracaso como aquel. Hoy, es evidente que no era sólo un esfuerzo por salvar su imagen, sino para evitar que saliera a relucir que, igual que en Vietnam, en menos de tres días cometieron crímenes de guerra en tierra cubana.

Texto/Carlos Ortíz
Foto/Archivo