El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, afirmó este jueves que el Gobierno mantendrá su política de reducción de impuestos para aumentar la competitividad y garantizar el crecimiento de la economía.
Tenemos gravámenes arcaicos que ya cumplieron su papel, eran adecuados en el pasado, pero ahora no lo son más, resaltó Mantega, quien se pronunció por cambiar el Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS).
La modificación del ICMS permitirá a los estados contar con más ingresos y modernizar sus economías y el gobierno federal no va a ganar nada, subrayó.
Adelantó que harán un estudio para otorgar recursos a los territorios que puedan ser afectados por los cambios en ese tipo de impuesto.
El titular destacó que el escenario de crisis externa actual demanda de diversas acciones que estimulen las inversiones y permitan aumentar la productividad y la competitividad de las empresas brasileñas.
La disminución de gravámenes en los últimos dos años benefició a varios sectores, como el automotriz y el de línea blanca, y debido a estas acciones la administración federal dejará de recaudar este este año unos 25 mil millones de dólares.
Aclaró, sin embargo, que estas reducciones favorecerán un aumento gradual de la economía nacional.
El Ministro consideró que Brasil aún convive con costes financieros y tributarios muy elevados, que deben ser reducidos para estimular la industria y al sector privado.
El Gobierno seguirá asimismo prestando atención especial a la inflación, la cual en los primeros dos meses de 2013 alcanzó 1,47 por ciento, índice superior al esperado.
Vamos a vigilar el nivel inflacionario para impedir que este afecte el consumo y garantizar un crecimiento adecuado de los sectores económicos, concluyó.