Brasil exhibe este jueves avances significativos en materia de derechos humanos, pero resta aún andar rápido para reivindicar los derechos de los pueblos indígenas y negros del país, afirmó el diputado federal Domingos Dutra.
Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Dutra destacó a Prensa Latina que los programas sociales emprendidos por el mandatario Luiz Inácio Lula y continuados por Dilma Rousseff permitieron salir de la pobreza extrema a 30 millones de brasileños.
Con políticas sociales como los planes «Bolsa de Familia» y «Luz para todos», y otras ayudas a pescadores y agricultores se logró avanzar y garantizar un nivel de ingresos de estas personas, lo cual contribuyó a mejorar su nivel de vida, agregó.
Explicó que con Lula la electricidad llegó a zonas rurales y pueblos muy distantes, y los programas sociales del actual Gobierno de Rousseff permitieron elevar el consumo interno y desarrollar la economía.
El legislador alertó asimismo que Brasil es un país muy grande, con 200 millones de habitantes, con cinco mil 565 municipios, 26 estados y un distrito federal, y una distribución muy desigual e injusta.
Las diferencias regionales son inmensas, enfatizó al recordar que por décadas los recursos fundamentales se concentraron en unos pocos territorios, como Sao Paulo y Río de Janeiro, entre otros, lo cual perjudicó a otras zonas menos favorecidas por la naturaleza.
Dutra señaló que persisten los problemas con los indígenas, expulsados en su mayoría de sus tierras por colonos y el proceso de reivindicación de sus derechos marcha con lentitud.
Igual ocurre con los quilombos, zonas habitadas en siglos pasados por negros esclavos y reclamadas por sus descendientes, pero -dijo- sus adversarios son poderosos y la burocracia es lenta.
La salud de los pueblos indígenas constituye hoy una tragedia, no hay una estabilidad en el compromiso y la Fundación Nacional del Indio, que tiene el poder legal de representarlos, está oxidada, apuntó.
El diputado señaló en el caso de los quilombos existe un decreto aprobado durante el gobierno de Lula, en 2003, que establece los procedimientos para identificar, demarcar y titular las áreas, pero el marco legal no es suficiente, pues el proceso está muy burocratizado y marcha de manera lenta.
No obstante, indicó que la presidenta aprobó recientemente una normativa la cual establece que 50% de las matrículas universitarias sean para los negros, con lo cual se pretende facilitar la superación de estas personas, que constituyen la mitad más uno de la población de Brasil.
A modo de ejemplo, señaló que de los 513 legisladores, sólo 5% son negros.
En general, hace falta andar más apurado para avanzar hacia una sociedad más equitativa y justa, en la cual todos tengamos iguales posibilidades, concluyó.