Brasil realizó 1.490.000 cirugías estéticas en 2013, según cifras oficiales, y se convirtió así en líder mundial en la materia, desplazando a Estados Unidos.
El diario O Estado de Sao Paulo informó este domingo que ese número de cirugías plásticas en Brasil -aproximadamente 40.000 más que en Estados Unidos- se debe a las facilidades de pago, a los créditos disponibles, que se devuelven en varios años y a los cirujanos brasileños, que gozan de gran fama.
Entre ellos figura quien es considerado el «papa» de la cirugía estética, Ivo Pitanguy, de 86 años y aún activo.
Liposucción e implantes de silicona en los senos están a la cabeza de las preferencias, pero poco a poco los brasileños se atreven cada vez más con las operaciones de cara y, sobre todo, de nariz.
En 2011 Brasil registró 43.809 rinoplastias. El año pasado esa cifra aumentó 76%, a 77.224, destacó el diario paulista.
Según el cirujano Volney Pitombo, este boom de las operaciones de nariz representa un «cambio de comportamiento» y muestra que los brasileños tomaron confianza.
«Durante estos últimos años, con la popularización de la cirugía estética, hubo un aumento de las operaciones de cara y, sobre todo, de nariz», declara Pitombo al diario. En su clínica de Rio de Janeiro se realizan 240 rinoplastias al año en promedio.
«Esto tiene un resultado extraordinario para el paciente. Apenas una corrección de la punta de la nariz tiene el poder de rejuvenecer al menos ocho años a una persona», asegura.
En las clínicas brasileñas de más fama el procedimiento cuesta 30.000 reales (14.000 dólares) que hay que pagar al contado, a pesar de que las otras clínicas aceptan el crédito, según O Estado.