El jefe del opositor Comando Venezuela, Armando Briquet, reiteró ayer que el simulacro del 2 de septiembre era “un juego amistoso” en el que nadie “se puede atribuir la victoria”, y enfatizó que “cada quien hizo lo que tenía que hacer”.
El domingo pasado el Consejo Nacional Electoral evaluó su sistema; el partido de gobierno “fue a probar sus puntos” y dice que le fue bien, precisó Briquet. “Nosotros fuimos a probar la defensa del voto, a probar los testigos”, agregó. Pero “la verdadera elección es el 7 de octubre”.
El dirigente del antichavismo informó que su candidato, Henrique Capriles, decidió no ir el pasado domingo a La Pastora, y responsabilizó a presuntos militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela de generar hechos de violencia. Dijo que su compromiso “es con la paz”, e instó al gobierno a deslindarse de una supuesta agenda de violencia. “Que se desmarque de la agenda de estos dirigentes que estaban allí”, emplazó.
Briquet afirmó que Capriles no ha abandonado las zonas populares, ni lo hará.