Libia sigue este lunes acéfala después que el Congreso Nacional cesanteó al primer ministro Mustafa Abu Chagur por su incapacidad de formar Gobierno a pesar de habérsele concedido dos plazos, uno de ellos de gracia.
Este domingo Abu Chagur presentó un «gabinete de crisis y de emergencia» integrado por 10 miembros, rechazado por el Congreso, que ejerce la jefatura del Estado a falta de presidente.
Días atrás el ente legislativo rechazó una nómina de 29 ministros propuesta por Abu Chagur, incluida una mujer, y que estaba «formada por desconocidos, incapaces y amistades (del primer ministro) sin tomar en cuenta la representación regional», un grave pecado en este país fragmentado desde el derrocamiento del líder Muamar el Gadafi.
La espada de Damocles del voto de no confianza pendía sobre Abu Chagur, electo primer ministro por estrecho margen el pasado 12 de septiembre, en medio de los disturbios por la difusión en el ciberespacio de una película producida en Estados Unidos ultrajante para los musulmanes.
El primer ministro estaba en ascuas desde la semana pasada cuando el Congreso le recordó que se le agotaba el plazo establecido para presentar un equipo aceptable, a pesar de lo cual le concedieron 48 horas adicionales.
De los dos centenares de legisladores, 125 votaron hoy por cesantearlo y 44 en contra, lo que implica que 31 se abstuvieron o no asistieron al sufragio.
Ahora el Congreso tiene que realizar una nueva votación para elegir un primer ministro, de la cual puede emerger triunfador Mahmud Jibril, jefe de la Alianza de Fuerzas Nacionales, la mayor coalición del presente y tormentoso panorama político libio.