Otra subida del casi impagable transporte público rige desde hoy en Chile, en medio de una escalada de protestas de los trabajadores por mayores salarios.
Se trata de la cuarta alza de las tarifas del Metro y de los ómnibus urbanos en lo que va de año, y la novena durante la administración del presidente, Sebastián Piñera.
Desde el amanecer de este sábado el boleto del Metro se sitúa en los 640 pesos chilenos (equivalente a 1,30 dólares), en el horario de mayor demanda de pasajeros.
En tanto, el denominado Transantiago (ómnibus de la región Metropolitana) subió a 560 (1,15 dólares), justo a sólo horas de una manifestación en una comuna capitalina de usuarios, irritados con la larga espera de las popularmente llamadas «micro», en algunos casos de hasta dos horas.
De acuerdo con las autoridades del sector, el alza decretada se debe al aumento del Indice de Precios al Consumidor, el incremento de los costos de los combustibles y la apreciación del dólar en la economía doméstica.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez, advirtió que los chilenos están obligados a endeudarse de por vida para poder trasladarse al trabajo o para adquirir alimentos y otros bienes esenciales.
Unos 2,3 millones de personas utilizan diariamente el ferrocarril subterráneo y los ómnibus urbanos.