“El deber de todo cristiano es ser revolucionario; el deber de todo revolucionario es hacer la revolución”, expresó en algún momento el sacerdote colombiano, Camilo Torres Restrepo, quien cayó en combate contra la oligarquía neogranadina, tal día como hoy, pero en el año 1966, en el Departamento de Santander (Colombia).
Por ello, en el contexto del Febrero Rebelde, los sacerdotes Máximo Ochoa y Edmundo Cadenas, organizaron este lunes, en horas de la tarde, un conversatorio en la capilla de la Universidad Católica Santa Rosa, ubicada en la parroquia La Pastora, detrás de la Estación de Servicio PDV (Caracas), donde participaron diversos colectivos y movimientos sociales revolucionarios del país para conmemorar el 45° aniversario de la muerte de Camilo Torres.
Durante su intervención, Ochoa sostuvo que al igual que Jesucristo, aquel teólogo colombiano pintado de proletario y campesino representó un “peligro” para los intereses de los minoritarios grupos económicos y, por ello, encontró la muerte.
Agregó, además, que la existencia de un «Dios parcial que ama a los pobres en primer lugar» y no uno «imparcial», como históricamente lo ha afirmado la jerarquía eclesiástica, guió al presbítero colombiano en la lucha armada.
«Ese es el Dios de la derecha; el Dios de nosotros (la humanidad) es el que tiene una opción preferencial por los pobres y los oprimidos», exclamó.
‘El cura guerrillero’ del Ejército de Liberación Nacional (ELN), como era conocido en la década de los sesenta, eligió esa opción preferencial por los pobres en medio de una Colombia sumergida en los regímenes represivos de Alberto Lleras Camargo (1958-1962); Guillermo León Valencia (1962-1966) y de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), períodos presidenciales donde los privilegios de los terratenientes y de aquellos sectores oligárquicos, hundieron al pueblo cafetalero en la miseria.
“No discutamos si el alma es mortal o no , cuando todos estamos de acuerdo en que el hambre sí es mortal”, exclamó el sacerdote combatiente, catalogado como uno de los precursores de la Teología de la Liberación en América Latina.
Camilo Torres nació en el seno de una familia económicamente acomodada, sin embargo, su conciencia histórica y de clase lo absorbió para librar la lucha armada en beneficio de los más desposeídos.
Fundó el semanario Frente Unido, órgano difusor del movimiento que promovió la organización popular en Colombia; se graduó en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), en la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales y se desempeñó como profesor en la Universidad Nacional de Colombia, donde fundó la Facultad de Sociología.