Campesinos paraguayos de la Liga Nacional de Carperos abandonaron este miércoles de forma pacífica las tierras de colonos de origen brasileño, que ocupaban en el distrito de Ñacunday, en el este del país, en cumplimiento de una orden judicial.
El jefe de Orden y Seguridad del departamento de Alto Paraná, Enrique Ojeda, afirmó ante la prensa que los campesinos sin tierras desalojan las propiedades de los colonos Invani Rubenich Rusatz y Valdeir Berle Mahlote “sin ningún tiepo de violencia”.
Añadió que “son aproximadamente unas mil personas que se trasladan hasta la franja de seguridad de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad», territorio público de unos 15 kilómetros.
Ojeda precisó que los propios campesino “en forma de hormigas se están trasladando hacia la franja de seguridad”. Destacó que el desalojo de los autodenominados “carperos” comenzó el martes y continuará este miércoles porque “son muchos” y también deben trasladar todas sus pertenencias.
El abogado de los sin tierras, José Gill López, afirmó que el abandono de los predios es para evitar enfrentamientos con policías, en un eventual desalojo. La orden de despeje fue dispuesta por el juez de Santa Rita, Rafael Jacobo, el pasado 19 de diciembre.
Los campesinos aseguran que las 168 mil hectáreas son tierras públicas de Paraguay, por lo que mantienen una disputa con productores de origen brasileño.
Al respecto el presidente, Fernando Lugo, esclareció los puntos de vista del Gobierno sobre el problema de las tierras y expresó, a través de un comunicado, que toda acción gubernamental se orientará al desarrollo y ejecución ajustada a las leyes vigentes.
El mandatario rechazó “toda idea de violencia provenida de cualquier intendo de ejercer predominancia de intereses o posiciones con detrimento de derechos de otras personas y toda idea de justicia por propia mano”.
En tal sentido, ordenó a la Fuerza Pública la utilización de todos los medios disponibles para el aseguramiento del orden y seguridad de las personas.