Cientos de campesinos paraguayos se mantenían este lunes tomando tierras en la localidad de Santos del Guairán, en el este del país, pese a que una orden de la Fiscalía reclamó que dejaran el lugar.
Alrededor de mil labriegos llegaron el sábado pasado al lugar, propiedad del terrateniente brasileño Joao Carlos Bernardes, para reclamar parcelas para vivir y trabajar.
Al arribar a esa zona, los custodios privados y la policía los recibió con disparos, lo que causó ocho heridos, reseñó Prensa Latina.
Igualmente, los campesinos acompañados por sus familias lograron hacer retroceder a los guardias y uniformados y se asentaron en el lugar, donde colocaron más de 300 carpas.
En la jornada del domingo, el fiscal paraguayo Diosnel Giménez se apersonó en la hacienda acompañado por unos 150 policías, mantuvo reuniones con los campesinos y luego comunicó a la prensa que los labriegos no abandonarán la tierra.
El funcionario público impuso un plazo de 24 horas para que las familias se retiren pacíficamente. De lo contrario, intervendrá la fuerza pública.
Las tierras ocupadas se encuentran cerca de Montes Corumbí, escenario en junio pasado de un enfrentamiento entre policías y campesinos, que terminó con la muerte de 11 labriegos y seis policías.