El gobierno de Canadá recolecta este lunes donativos de empresas y ciudadanos para enviarlos a los damnificados del tifón Haiyan (Yolanda) en Filipinas, donde hubo al menos 10 mil muertos y significativas pérdidas materiales.
Según el ministro de Desarrollo Internacional, Christian Paradis, las contribuciones se canalizarán mediante un fondo que luego será entregado a organizaciones humanitarias.
Las autoridades de Ottawa también entregarán cinco millones de dólares a las agrupaciones internaciones que asisten a las víctimas del meteoro y un equipo de expertos viajará a la nación asiática para determinar si despliegan o no fuerzas militares especializadas en respuesta a catástrofes.
Paradis añadió que «continuarán monitoreando la situación en los próximos días días para ayudar a paliar la crisis humanitaria» de Filipinas.
Haiyan arrasó las provincias centrales de esa nación, y es considerado el peor desastre natural de su historia y también dejó más de dos mil desparecidos.
El presidente Benigno Aquino decretó el estado de calamidad en Leyte y Samar, por donde penetró el tifón con vientos sostenidos de más de 250 kilómetros por hora y rachas superiores a los 314 kilómetros por hora.
Mientras, el representante en Filipinas del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pidió ayuda urgente porque la mayoría de los cuatro millones de afectados son mujeres y niños ubicados en lugares casi inaccesibles por los destrozos en las vías de comunicación.