El canciller cubano, Bruno Rodríguez, fue contundente al afirmar este lunes, que los pueblos del mundo, y en especial los del sur, no aceptarán en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se realizará en diciembre en la ciudad de París, Francia, un acuerdo que diluya la responsabilidad histórica y actual de los ricos, de los países del norte y de las transnacionales, en los efectos del cambio climático para el planeta.
“Paguen la deuda ecológica, no más deuda externa, no a la impunidad de los ricos y de las transnacionales”, exclamó el Canciller.
Estas palabras las pronunció en su participación en la clausura de la II Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático que se desarrolló en la ciudad de Cochabamba, Bolivia.
En el encuentro de los movimientos sociales por la defensa de la Pachamama, el diplomático cubano destacó la necesidad de una Corte Ambiental Internacional, “pero una Corte democrática, no una Corte títere de los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. No una Corte que manipulen los gobiernos de las potencias capitalistas”.
“Hay que asegurar el derecho al desarrollo. Nadie le puede pedir al sur que no se desarrolle, porque los países industrializados durante siglos, emitieron carbono y contaminaron el medio ambiente”, expresó.
Insistió en que si lo que los pueblos exigen es un mundo habitable de paz y concordia, de democracia y justicia social “tendríamos que adoptar, cuanto antes, compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo. Solucionar el problema de la deuda, ya pagada varias veces y construir otro arquitectura financiera internacional, eliminar el monopolio tecnológico y del conocimiento y cambiar el orden económico internacional vigente”, señaló.
Lo que buscan los poderes del norte es la imposición del neoliberalismo nuevamente, advirtió Rodríguez. Explicó que los gobiernos de los países desarrollados quieren «llevarnos a recetas de austeridad”, e hizo un llamado a la conciencia histórica de los pueblos de América Latina, “Tupac Catari, aquí estamos en Cochabamba, hemos vuelto, somos millones pero tenemos que unirnos. No dejar que se nos impongan divisiones”, acotó.
Para finalizar, recordó que los pueblos latinoamericanos “con el Alba, con el Caribe, con Unasur y la CELAC”, reflejan la unidad en la diversidad y esa es la fortaleza del Sur.
Cochabamba, en el centro de Bolivia, ha concentrado estos últimos tres días la atención de los bolivianos con propuestas de acción para combatir el calentamiento global. Las iniciativas fueron expresadas en el marco de la II Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y buscan consolidar un mensaje único de contrapeso para la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP 21) que se realizará en diciembre en París.