La cancillería palestina declaró este jueves que la guerra lanzada por Israel contra los lugares santos y la población de Jerusalén es la causa de la violencia prevaleciente en esa ciudad.
El texto subraya que «el asesinato hace cuatro meses del adolescente Mohamed Abu Khdeir, marcó un peligroso giro en la escalada».
Pobladores de asentamientos paramilitares sionistas en Jerusalén secuestraron, torturaron y quemaron vivo al menor mientras en Cisjordania las tropas ocupantes sitiaron varias ciudades y arrestaron centenares de personas durante un castigo colectivo.
La negación por Israel de los derechos de los palestinos y su obstaculización de negociaciones serias, así como la incitación oficial liderada por el primer ministro Binyamin Netanyahu debilitará las negiociaciones de paz en la región, señala el texto.
La situación se complicó en septiembre pasado cuando judíos extremistas violaron en repetidas ocasiones el perímetro de la mezquita Al Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam y desde entonces han matado a por lo menos seis personas, entre ellas una menor de siete años.
El incremento de la violencia llegó a su apogeo con la agresión militar israelí de 50 días contra la franja de Gaza durante la cual murieron casi dos mil 200 civiles, en su mayoría mujeres y niños, y más de 11 mil 500 resultaron heridos.