Se llama Último cuerpo|Carlos Malavé estrenará un thriller policial en diciembre

“El público está volviendo a identificarse con su cine” dijo el realizador venezolano

Son cuatro las películas que ha realizado Carlos Malavé en tres años: una muestra irrefutable del despegue de la industria cinematográfica nacional. Después de debutar en la gran pantalla con Por un polvo (2008), este productor y director venezolano se lanzó a las carteleras hace un par de semanas con un “experimento” denominado Las Caras del Diablo. En lo que queda de este año y principios de 2011 el público podrá conocer otras dos producciones de este realizador.

Mientras llega el nuevo estreno, Las Caras del Diablo comenzó su gira en el Festival de Cine de Margarita y luego se medirá en la selección oficial del Festival de Cine Venezolano de Mérida. “También nos estamos postulando en festivales internacionales a ver qué pasa, hay que esperar respuestas”, agregó Malavé, quien describe su última producción en cartelera como una “película muy particular, que la gente ama, que al público le gusta pero que los críticos odian. Yo creo que eso va a hacer que en los festivales sea aceptada”.

El mayor valor de la cinta “es la actuación”, sostiene. “No es una película para que vayas a ver la fotografía o para ver la dirección de arte”.

La productora de Las Caras del Diablo, Gabriela Rojas, comentó que el film lo hicieron en ocho semanas “con las uñas”. La película costó 250.000 bolívares, lo cual es “nada” si se compara con un largometraje que cuesta 3.000 o 4.000 bolívares, acotó Malavé.54

Sobre el rodaje, el director señaló que “fue una experiencia desde todo punto de vista. Hasta ahora nos ha salido bien el experimento porque aprendí muchísimo del manejo de actores, aprendí mucho de la producción con cero bolívares. Estaba medio acostumbrado pero no tenía ni diez”.

COCINANDO DOS PROYECTOS

En diciembre de este año, Malavé espera estrenar una película que sí contó con presupuesto, Último cuerpo, filmada en Maracaibo (Zulia), de corte “policial pero desde el punto de vista periodístico”. Cuenta un capítulo de la vida de Heberto Camacho, un ícono reporteril de Maracaibo por ser el redactor de las crónicas rojas del diario Panorama.

Malavé contó que el periodista zuliano escribía los cuentos con aires de misterio. “Es una cosa que llamaba mucho la atención y hacía vender el periódico”. La gente “leía primero la crónica roja y así se le enseñó al maracucho a leer el periódico de atrás para adelante”.

En comparación con el experimento de Las Caras del Diablo, Malavé dice que en esta película se reivindica en el rol de realizador cinematográfico. “Los críticos, cuando vean Último Cuerpo, no van a entender”. Es una cinta “para que te puedas conectar con los personajes, pero desde el punto de vista técnico es normal, con una buena fotografía y dirección de arte”. Es decir, con todas las de la ley: “Con grúas, con helicópteros, con todo”.

En esta cinta repite el elenco que ha trabajado en otras producciones con Carlos Malavé. Protagonizan William Goite, Miguel Ferrari, Jean Paul Leroux, Mercedes Brito, Guillermo García, Guillermo Canache y José Roberto Díaz, entre otros.

En marzo de 2011, espera mostrar otro largometraje que realizó con apoyo de la Villa del Cine en 2008, denominado La pura mentira. “Por problemas ajenos a mi voluntad ha estado parada. Cuestiones dentro de la Villa. La película está casi lista, tiene música; le falta la mezcla de audio, y ya”.

APUESTA POR EL TALENTO NACIONAL

Hasta la semana pasada, Las Caras del Diablo sumaba unas 42.000 espectadoras y espectadores. “Que para ser una película con 15 copias en Valencia, Maracay y Caracas es muy buen reporte. Mi meta eran 25.000 espectadores. Con Por un polvo hicimos 180.000 durante doce semanas, con pocas copias”, comentó satisfecho.

Con estos números, el realizador se muestra optimista en cuanto al comportamiento de las venezolanas y los venezolanos que van al cine y apuestan por las producciones hechas en el país. “La gente poco a poco se está dando cuenta de que hay películas diferentes, con diversas propuestas de guión, y evidentemente unas son mejores que otras”. “El público está volviendo a identificarse con su cine. Lo más importante es que Hermano, La hora cero, Cheila una casa pa’maíta o Las Caras del Diablo están reflejando la realidad, pero de manera diferente. La gente se dice: ‘esto es lo que pasa en Venezuela pero me gusta como me echan el cuento”.

Sobre la Ley de Cine, Malavé considera que es necesario hacerle cambios, y critica que no se haya elaborado el reglamento.

“Hoy le hacen falta reformas a Ley, que tienen que venir acompañadas de los gremios, de los directores, productores, de la gente del cine para darle fortaleza. Sí hace falta una nueva ley, pero también hace falta reglamentarla de una vez”, reflexiona.

“Durante cinco años hemos tenido una ley que no tiene reglamento. Entonces no hemos podido aplicar muchos de los artículos que están ahí”, puntualizó.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Cortesía Gabriela Rojas

Hay que apoyar al cine nacional.. Sin embargo, tengo que reconocer que «Las caras del Diablo» es, para mi gusto, MALA (así, con mayúsculas). Por ejemplo, una niña raptada, que cuando es encontrada al final de la película sigue con el cabello inmaculado, maquillada y con su franela intacta, sin una mota de suciedad y sin rasgos de cansancio o llanto… Se ve que la cuidaron sumamente bien en el supuesto rancho donde estaba escondida…

Espero que las próximas películas tengan mejor realización….