La tensión general producida por las arremetidas del Gobierno de Colombia contra Venezuela constituye un conflicto internacional creado por parte de Estados Unidos, afirmó el vicepresidente del grupo venezolano del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Carolus Wimmer.
Durante una entrevista concedida al Programa Agenda Abierta que transmite Telesur, Wimmer expresó que Estados Unidos tiene tres grandes conflictos mundiales: «uno en Asia, con Corea del Norte, donde tiene su aliado títere que es Corea del Sur y Japón; tiene otro en Medio Oriente, donde su aliado es Israel, y el tercero es América Latina, cuyo títere es Colombia».
Recordó que hay siete flotas en Colombia que reflejan el poder imperialista y añadió que la amenaza militar contra Venezuela sigue adelante. Wimmer opinó que no se puede subestimar a Estados Unidos, porque tiene fortalezas inmensas en los sectores económicos, por el tema del dólar, así como la parte científica tecnológica, el poder mediático y el poder militar.
“En esos cuatro poderes podemos ver cómo se desarrolla el conflicto colombo-venezolano. Indudablemente, las siete bases de Estados Unidos en territorio colombiano tras el acuerdo firmado el 20 de octubre de 2009, constituyen una amenaza militar”, indicó.
Añadió que el conflicto de Colombia no es sólo con Venezuela, recordando que las relaciones entre la nación neogranadia y Ecuador también están quebrantadas. En ese sentido, indicó que el gobierno de Uribe hizo al de Rafael Correa la acusación de un supuesto encubrimiento a grupos irregulares, “es decir, que las FARC en América Latina es algo así como Bin Landen en Oriente, porque se saca a alusión al momento preciso”, manifestó.
BUSCAN ENTORPECER RELACIONES
El viernes pasado, Wimmer denunció también por teleSUR, que el gobierno de Estados Unidos, a través de su Embajada en Colombia, utiliza como escudo al mandatario Álvaro Uribe para arremeter contra Venezuela.
Dijo que las acusaciones colombianas sobre la presencia de supuestos insurgentes en Venezuela, «se producen justamente cuando el Gobierno Bolivariano y el recién electo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hacen un esfuerzo por normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales entres ambos países».
«Washington y Uribe quieren entorpecer la intención de Santos de comenzar con buen pie su mandato y lograr acuerdos iniciales con Venezuela, con el apoyo de un sector de la oligarquía colombiana que quiere mantener estancadas las relaciones», precisó Wimmer.
Resaltó que la presencia de millones de colombianos en Venezuela no se debe al entrenamiento de guerrilleros, sino que es producto de los desplazamientos que genera el conflicto interno del vecino país, entre fuerzas beligerantes, ejército y paramilitares.
Además indicó que las acusaciones colombianas sirven de cortina de humo para desviar la atención de los delitos de los que padece la sociedad de ese país.
El diputado Wimmer puntualizó que la solución del conflicto entre Colombia y Venezuela se podrá dar en espacios donde no participe Estados Unidos, por lo que la reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), solicitada por Venezuela, «puede arrojar resultados positivos al respecto».