El viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo, afirmó este miércoles que Venezuela sufre la más grande conflagración, la más extensa, profunda, cruel e inhumana agresión en toda su historia republicana.
Durante su discurso como orador de orden, en la sesión solemne de la Asamblea Nacional, con motivo de los 212 años de la Firma del Acta de Declaración de Independencia de Venezuela, el viceministro Castillo explicó que el origen de tal agresión es la ambición de los enemigos internos y externos de Venezuela por apoderarse de sus recursos y de retomar el control del sistema político que perdieron desde 1998.
Agregó que el ataque a Venezuela tiene un objetivo muy claro y es lo que en el lenguaje imperial se conoce como el cambio de régimen. En ese sentido, subrayó que este proceso de agresión llegó a dimensiones insospechadas desde la muerte del comandante Hugo Chávez.
“La ausencia física del comandante Hugo Chávez causó en la élite neomonrroísta y supremacista de EEUU por esa ceguera estructural, esa ceguera histórica que tiene respecto a nuestros países, la falsa impresión de que el proceso bolivariano tenías los días contados”, comentó.
Al respecto añadió que EEUU había llegado a la conclusión de que con el cambio de escenario del Comandante Chávez había llegado el momento de avanzar sobre Venezuela y así disciplinar a los países de América Latina “sacando de raíz el mal ejemplo de la Revolución Bolivariana”.
“Echar a Maduro, óigase bien, echarlo no derrotarlo electoralmente, significaba entonces acabar con lo que Nicolás Maduro representaba y representa: La garantía de que el pueblo venezolano siguiese transitando en paz y en democracia los caminos de una revolución”, subrayó.
La agresión en cifras
Explicó el viceministro Castillo que sobre Venezuela se diseñó y se aplicó un plan para producir una crisis terminal que generara un cambio de régimen político a partir de la devastación económica privando a la población de los medios materiales de vida.
«Desde 2014 Venezuela ha sido blanco de 930 sanciones directas o indirectas contra el Gobierno las autoridades del Estado, Fuerza Armada, las finanzas públicas, la industria petrolera y el comercio exterior del país, incluyendo el acceso a alimentos, medicinas, insumos, vacunas y materia prima», enfatizó.
EEUU ha dictado 60% de estas medidas coercitivas unilaterales y han sido aplicadas y respaldadas por los 27 estados que integran la Unión Europea, el Reino Unido, Suiza, Canadá e incluso un país latinoamericano, aseguró Castillo.
Añadió que estas medidas ilegales también han sido apoyadas por el sistema financiero internacional y organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Las medidas contra Venezuela derivan de dos leyes estadounidenses, prosiguió Castillo, de los años 2014 y 2019, así como de siete decretos ejecutivos emitidos por el Gobierno de Estados Unidos, siendo el más importante la orden 13692 de marzo de 2015, firmada por Barack Obama.
También devienen de seis decretos ejecutivos firmados por Donald Trump entre agosto de 2017 y agosto de 2019, periodo que ese mismo expresidente denominó como el de «máxima presión».
“Tal ha sido la profundidad de este ataque que en ocho años Venezuela se convirtió en el quinto país del mundo con más personas sancionadas, el sexto con más empresas privadas y organismos públicos sancionadas, el cuarto con más buques sancionados, son 39 buques de Pdvsa sancionados, y el tercero con más aviones sancionados, hay 40 aviones de Conviasa sancionados», detalló.
Puntualizó que de los 30 estados que hoy sufren medidas coercitivas, ninguno excepto Rusia, ha recibido sanciones semejantes en un tiempo breve.