Con su impecable voz y melodía, la cantante de música tradicional venezolana Cecilia Todd engalanó ayer el auditorio de la Compañía Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) en un concierto donde le rindió homenaje al cantautor yaracuyano Otilio Galíndez.
Acompañada de su cuatro, para rendir tributo a quien fuera su amigo, Otilio Galíndez, la conocida intérprete comenzó el espectáculo con el tema “Flor de Mayo” en el ciclo Homenajes: La música que marcó una época, del programa Conexión Cultural de la empresa de telecomunicaciones.
El programa prosiguió con las canciones “Son chispitas”, “Pueblos tristes” y “Mi tripón”, que de forma inmediata el público comenzó a corear, y ¿quién no conoce estos temas, que forman parte de la memoria musical de nuestro pueblo?
“Caramba, mi amor, caramba, lo bueno que hubiera sido, si tanto como te quise, así me hubieras querido”, se escuchaba en unísono al interpretar Cecilia Todd este tema de Galíndez, y así, en esta mágica conexión que logra la música y el talento, continuaron disfrutando con las piezas “O tal vez”, “Ahora” y “Ese mar”, y de nuevo la audiencia se apoderó de la sala Cantv al entonar el canto “Candelaria hermosa, brillante lucero, fuiste aparecida el 2 de febrero”, una de las tantas piezas del extinto maestro yaracuyano que se quedó sembrada en el recuerdo de los venezolanos.
Y como era de esperarse, al final de este emotivo concierto se prendió en mayor grado la parranda con “Luna decembrina”, “Dime si es pascua”, “El poncho andino” y “Dónde vives”, repertorio que forma parte del cancionero popular venezolano de las fiestas de navidad y año nuevo, melodías que fueron muy ovacionadas y bailadas por el público, que disfrutó de un excelente espectáculo en tributo al maestro Galíndez.
Cabe destacar que la destacada cantante popular Cecilia Todd acaba de regresar de una gira que realizó por Tokio, capital de Japón, donde realizó la grabación de una producción discográfica.
SEMBLANZA DE GALÍNDEZ
El poeta venezolano Otilio Galíndez nació en Yaritagua, estado Yaracuy, un 13 de diciembre del año 1935. Desde muy niño demostró su vocación por la música, la cual con el tiempo quedó plasmada en su habilidad para cantar y tocar el cuatro.
Siendo muy joven llegó a Caracas y trabajó como limpiabotas y vendedor de billetes de lotería. Mientras cumplía con el Servicio Militar compuso sus primeras obras, que luego descartó por considerar que no tenían fuerza poética ni melódica. A sus 20 años empezó a poner en práctica su capacidad de invención, y comenzó a escribir temas con letra y música de su propia cosecha. En 1957 ingresa como empleado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde pasaría a formar parte del Orfeón Universitario.
Galíndez trabajó como corrector de textos para reconocidos economistas y otros profesionales, oficio que, según su amigo, el también músico Raúl Delgado Estévez, “sólo podía hacer gracias a haber leído gran variedad de textos, desde Marcial Lafuente Estefanía y sus historias de vaqueros, que cargaba en el bolsillo, hasta Cervantes y Kafka”.
Estando en el Orfeón Universitario se codeó con destacados músicos como Antonio Estévez, Inocente Carreño y Modesta Bor, quienes influyeron en su carrera musical. Junto a sus amigos conformaron un grupo de parrandas al que llamaron “Los Piratas”, lo cual que dio origen a las primeras producciones navideñas de Otilio Galíndez.
Predominan entre sus obras las canciones navideñas, los aguinaldos y las parrandas, que lo dieron a conocer en el repertorio venezolano, pero también compuso obras adscritas a ritmos como el vals, el bambuco, el galerón, el pasaje, la canción de cuna, las tonadas, el merengue, el joropo y el danzón.
Las canciones de Otilio Galíndez han sido interpretadas por reconocidas figuras de Venezuela, como Simón Díaz, Lilia Vera, Soledad Bravo, Morella Muñoz, Jesús Sevillano, El Cuarteto, Ensamble Gurrufío, Biella da Costa, Esperanza Márquez, Cecilia Todd e Ilan Chester, así como la mayoría de las corales del país, y cantores internacionales como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Mercedes Sosa
Otilio Galíndez, fallece a sus 73 años, el 13 de junio de 2009, en su residencia ubicada en la ciudad de Maracay. Queda su legado, un extenso repertorio de canciones enraizadas en la memoria y en la cultura musical tradicional de nuestra patria.