Más de 414 productores arriman la siembra a la planta|Central Guanare garantiza la recepción de toda la zafra de caña de la región

Pdvsa Agrícola realizó una reconstrucción total del Central Azucarero Guanare, ubicado a unos 15 minutos de la capital del estado Portuguesa, con la finalidad de ampliar la capacidad de la fábrica y garantizar la recepción de zafra de la región, manifestó el gerente general de la planta, Andrés Zambrano.

Las instalaciones tenían un mantenimiento muy precario desde el año 2005, cuando todavía estaba en manos privadas. Los dueños de la empresa no invertían, lo que provocó un deterioro progresivo de sus instalaciones, sostuvo el gerente de la central.

“Desde que el Ejecutivo tomó las riendas del central, se decidió realizar una recuperación total de la planta con la finalidad de recibir la cosecha de más de 414 productores que tributan caña a este central. Es el único en el país, operado por Pdvsa Agrícola al que se le está haciendo una parada mayor de este tipo” expresó Zambrano.

Cerca de 90% de esas campesinas y esos campesinos tienen como única fuente de ingresos esa actividad, y si no la procesan significaría la quiebra total para ellos, indicó el ingeniero. “Ellos deben estar tranquilos porque la caña en esta región tiene entre 10 y 11 meses de sembrada y la zafra debe hacerse a los 12 meses, por lo que hay tiempo para poder poner a tono la planta”, resaltó.

“Hemos conversado con nuestros productores y saben que vamos a recibir el producto a tiempo”, reiteró el gerente.

La zafra de la caña de azúcar tiene que estar muy bien coordinada entre las productoras, los productores y la planta, “porque no deberían pasar más de 12 horas de cortada antes de ingresar a la molienda para que conserve sus propiedades y tenga un buen rendimiento”, explicó Zambrano.

El Central Azucarero Guanare, filial de Pdvsa Agrícola, está ubicado en el asentamiento campesino José Antonio Páez de la capital portugueseña, donde funciona la mayoría de los productores; esto garantiza el arrime oportuno al complejo agroindustrial de Pdvsa. “Estamos seguros de que esta zafra va a tener buena madurez fisiológica con buen contenido de sacarosa”, recalcó.

INVERSIÓN MILLONARIA

El central ocupa un área de 36 hectáreas, mientras que la planta está construida en 5 hectáreas. El desgaste de los equipos llevó al Gobierno Bolivariano a tomar la decisión de la reconstrucción completa para beneficio de esa extensa zona productora de caña de azúcar.

Durante un recorrido por el central fue posible observar los trabajos que realizan cerca de 1.300 trabajadores a toda máquina. “Se han instalado tres turnos, que cubren las 24 horas, para poner la planta a funcionar a tiempo y recibir la cosecha”.

En la reconstrucción del central participan 12 empresas contratistas, tanto nacionales como internacionales; tal es el caso de la brasileña Odebrecht que tiene una gran experiencia en ese tipo de instalaciones. El proyecto de modernización del central ha requerido una inversión de mil millones de bolívares.

La ingeniería fue elaborada por Pdvsa, mientras que las áreas de procesamiento de transformación de caña correspondieron a técnicos brasileños que tienen una gran experiencia en este tipo de instalaciones. “Se está incorporando un paquete tecnológico nuevo que permite automatizar los procesos y mejorar el rendimiento de la caña, obteniendo más azúcar por tonelada de caña”, aseguró.

Pero lo más importante para Zambrano es que todas estas adecuaciones permitirán humanizar el trabajo humano. “En un central azucarero es muy duro, por las altas temperaturas que se registran dentro de la planta, las 24 horas del día. La automatización en las calderas, por ejemplo, minimizará los riesgos de accidentes del personal”, recalcó.

“Para lo que se refiere a trabajos de metalmecánica y empresas de soldadura hemos contratado muchas empresas nacionales que disponen de una gran capacidad técnica para responder a las exigencias de una obra de esta magnitud”, indicó el gerente general.

La mayoría de las áreas de centrífuga, secado de azúcar y filtros de cachaza son nuevas, así como las calderas; esto, con la finalidad de mejorar la combustión y las emisiones de gases a la atmósfera, cumpliendo con los parámetros exigidos por el Ministerio del Poder Popular para Ambiente, aseveró el directivo.

Además se están construyendo tanques nuevos de 25 mil toneladas para derivados como la melaza y unas centrífugas nuevas. Aparte se reconstruye más de 80% de las mesas de caña.

La adquisición de nuevos equipos de generación eléctrica y un turbo de cuatro megavatios, que funcionará con el vapor de la caldera, elevará la autonomía energética de la planta. “En un futuro, inclusive, podremos aportar alrededor de 15 megavatios al Sistema Eléctrico Nacional”, adelantó.

Con la ampliación de cinco molinos mejorará el proceso de extracción del jugo de caña, para dejar atrás “los malos recuerdos del que se denominaba central Aguaca”, recordó Zambrano.

En los registros fotográficos que mantienen en los archivos se pudo constatar la diferencia entre los baños construidos con cerámicas de primera y las descuidadas letrinas de antes. Igual pasó con los vestuarios, que fueron acondicionados con duchas y todas las condiciones higiénicas. El techo está recubierto con machihembrados de madera. “Lo que se buscó es que sea una obra duradera”, comentó uno de los obreros de mantenimiento presente en el lugar.

COORDINACIÓN DE LOS PROCESOS

Para la recuperación de la planta se hizo un diseño ajustado a los requerimientos; “sin embargo, cuando se desarmaron los equipos comenzaron a salir nuevos, porque es en ese momento cuando se constatan los daños; por eso es que fue necesario cambiar totalmente algunos equipos”, sostuvo Zambrano.

Otro de los equipos que se reemplazó por uno nuevo fue la romana, necesaria para pesar las gandolas cargadas con caña de azúcar. Es en ese punto cuando comienza el proceso de recepción de la caña en la planta, informó el gerente de la planta.

Por lo general, los centrales agroindustriales están cerca de las siembras por lo costoso del transporte; por eso es importante una romana en buen estado para no perjudicar al productor, dijo.

En la zafra, las y los transportistas son fundamentales para lograr que el producto llegue a tiempo al central y no pierda sus propiedades. La mayoría de los productores que están en el asentamiento campesino José Antonio Páez tienen alrededor de 30 hectáreas de cultivos de caña y eso hace más difícil la coordinación, porque muchas veces no disponen de suficientes recursos para cubrir los costos de transporte.

Por eso existen los nucleros que se encargan de cortar a caña y de llevarla el central azucarero. “Algunos se dedican solo a eso, pero también los hay que son productores; por lo general estos disponen de mayores recursos y disponen de todos los equipos, incluyendo la cosechadora”, apuntó Zambrano.

Pdvsa Agrícola posee una flota de gandolas para transportar la caña de azúcar para prestar el servicio a las productoras y a los productores que carezcan de medios económicos para financiar la zafra.

Después de pasar el camión por la romana, agregó Zambrano, va a otro punto, denominado laboratorio, donde se toman muestras de la caña para evaluar la calidad y estimar el rendimiento.

“Este proceso es muy importante también, porque de acuerdo con la calidad y la variedad caña se le paga al productor su producto. Es ahí donde se estima la producción de azúcar en kilogramos que se va a obtener”, detalló.

Posteriormente se monta en una gran batea (cesta) que lleva la caña al molino; después se pasa de la molienda a la planta de procesamiento para, posteriormente, obtener el azúcar y los subproductos, como melaza y bagazo.

En este proceso, que va desde el campo a la planta, se deben coordinar muy bien los tiempos para garantizar que la caña entre en óptimas condiciones a la fábrica, pero también es importante la efectividad de los procesos en la factoría, acotó Zambrano.

“El año pasado se tuvo un tiempo perdido de 35%; este año apuntamos a bajarlo a 15%, lo cual aumentaría el rendimiento de la zafra. Esto es crucial; por eso es que Pdvsa Agrícola dispone de una flota de gandolas para cubrir las contingencias y traer la cosecha de algunos puntos, gracias al convenio que se estableció con la empresa de camiones china Yutong”, resaltó el directivo.

INCREMENTAR LOS RENDIMIENTOS

El Central Azucarero Guanare estará listo a finales de noviembre o en las primeras dos semanas de diciembre, cuando coordinarán con las productoras y los productores el arrime de la zafra al central.

Las estimaciones indican que en esta zafra se procesen cerca de 48 mil toneladas de azúcar; adelantó que prevé la instalación de una envasadora de azúcar para producir la presentación de un kilo con su propia marca, además del saco de 40 kilos que elaboran actualmente.

La azucarera estima moler unas 550 mil toneladas de caña durante los 150 días de zafra, con lo que duplicarían las 270 mil que registraron en los últimos tres periodos de molienda. Para alcanzar este volumen no es suficiente la producción local, sino que se debe traer de otros estados, como Barinas y Cojedes.

En esta zafra se espera moler 4 mil toneladas por día y la meta es subir, en las próximas, a 7 mil toneladas por día. “En la anterior no se quedó ningún campesino sin que colocara su cosecha en el central; se recibió toda”, comentó.

En esa agroindustria azucarera labora una plantilla fija de 130 trabajadoras y trabajadores. En el periodo de la zafra se llegan a 530 en los cuatro turnos que se establecen. “Operan en todas las áreas, desde la recepción de caña hasta productos terminados”, detalló Zambrano.

En este central no hay área de refinación del azúcar; por eso es fundamental optimizar los procesos para incrementar los rendimientos, ya que al productor se le paga, no por el kilo de caña, sino por el rendimiento que se obtenga en kilos de azúcar bruta, tal como está regulada en Gaceta Oficial.

El precio del azúcar al productor nacional está regulado en 5,04 bolívares por kilo, mientras que la compensación por concepto de subsidio es de 4,36 bolívares; en otras palabras, la campesina y el campesino obtienen 9,40 bolívares.

Zambrano dijo que es importante que el acompañamiento que realiza Pdvsa Agrícola a las productoras y a los productores, por intermedio de la Central de Guanare, sea asumido por ellos en función de obtener un crecimiento vertical y horizontal en la producción de caña. Es decir, con todo el cuidado de la siembra y la elevación de los rendimientos y también con el aumento de la superficie sembrada.

En la zona hay 6 mil hectáreas de caña sembrada que proporcionarán 300 mil toneladas de caña que se molerán. Con toda la asistencia técnica que está brindando Pdvsa Agrícola, esperan elevar el rendimiento a 80 mil toneladas por hectárea.

IMPACTO AMBIENTAL

Una de las debilidades de un central azucarero son las emisiones contaminantes para el ambiente, tanto en gases que generan las calderas como los residuos líquidos por el proceso de molienda y de procesamiento, reconoció el gerente de la planta.

Con las nuevas calderas se van a reducir las emisiones de humo negro y, por ende, el impacto en las comunidades aledañas y en la capital del estado que se encuentra muy cerca, agregó.

Otro de los flancos que se proponen atacar es el saneamiento de tres lagunas de aguas residuales de la planta. “Se le ha hecho tratamiento a una y se están embaulando los canales que llevan el agua a esos depósitos”, enumeró.

El central consume alrededor de 40 mil litros por día y después de ser utilizada va a las lagunas. “Tenemos dos pozos de aguas profundas para cubrir estas necesidades”, dijo

Con relación al bagazo, Zambrano aseguró que lo utilizan en las calderas, como carburante, mientras la cachaza se va a utilizar para el compostaje

ERIGEN  CENTRO COMUNITARIO

Una de las áreas a la que los trabajadores le han puesto mucho entusiasmo es la construcción del centro comunitario que se levanta a la entrada de complejo agroindustrial, manifestó el gerente general.

El espacio dispondrá de un salón de usos múltiples para atender a las cañicultoras, a los cañicultores y a la comunidad. Ahí se dictarán talleres de formación y servirá, además, para realizar asambleas de ciudadanas y ciudadanos, aseguró Zambrano.

Además de la formación del personal, el centro contará con áreas de esparcimiento para grandes y chicos. La cancha de bolas criollas está lista; en su construcción de utilizaron materiales de desechos de la planta que está en reconstrucción.

También dispondrá de un parque infantil, al que se le han instalado los primeros columpios. “Este es una labor que busca mejorar el entorno de la comunidad y que sirva de sitio de encuentro”, explicó Zambrano.

MEJORAR EL ENTORNO

Como ejemplo de embellecimiento del entorno, Zambrano mencionó lo que se conoce en la localidad como la Curva de Zamuro, situada a un kilómetro del central, botadero al que se le dio ese nombre porque desde años se había convertido en un nido de zamuros que llegaban atraídos por la basura.

Al referirse al lugar, los trabajadores contaron que había una inmensa ceiba que no pudo ser salvada, porque la gente quemaba la basura a su alrededor; no obstante, el personal de la planta comenzó una acción voluntaria, fuera del horario de trabajo.

Se retiraron los escombros y se sembraron matas y flores. Hicieron un jardín con una redoma hecha con piedras que estaban en el lugar. “Mantenemos el cuidado del lugar para que las personas no lo vuelvan a convertir en un basurero”, comentó Zambrano.

A simple vista parece una acción sin importancia, pero tiene mucha significación: forma parte de la acción del central en su entorno. Su cuidado y mantenimiento evidencia la determinación del personal de Pdvsa de mejorar el ambiente de la localidad, después de tanto tiempo de abandono, cuando el central estaba en manos privadas.

Pero los planes no se quedan ahí. También esperan reubicar los improvisados quioscos de comida que están en las afueras de la planta y sirven al personal del central.

Al lado del centro comunitario tienen previsto construir locales para albergar a los vendedores que son de las comunidades aledañas, a fin de que tengan mejores condiciones sanitarias y presten un mejor servicio al personal que pernocta en el lugar los cuatro turnos, las 24 horas del día, en los casi 150 días de zafra.

T/ Manuel López
F/ Luis Franco

Felicitaciones
Necesario los controles
Vanguardia Liberal- Periodico de Bucaramanga, Santander ;Colombia- dice «La pane bajò de precio en Santander, los productores estàn en crisis, el Azùcar Venezolano la han convertido en panela»
Triste y desgarradora noticia, grave para àmbos paises.
De manera que a comprar por parte de Gobierno bolivariano el AZUCAR.
De otra forma todo el esfuerzo se pierde.
Incentivar , estimular y CONTROLAR a los transformadores y cultivadores de caña.