El monseñor Jesús González de Zárate, Secretario General de la Conferencia Episcopal (CEV), expresó este martes que la iglesia católica busca “iluminar la conciencia de los venezolanos” sobre algunos aspectos de la política nacional, además sostuvo que le parece “realmente negativo que se pueda pensar que un Estado vaya a tener injerencia en asuntos internos de la iglesia”.
Las declaraciones las emitió González, luego de que el presidente de la República, Hugo Chávez, criticara las aseveraciones políticas pronunciadas por el cardenal venezolano, Jorge Urosa Sabino, quien afirmó que el gobierno se encamina a un proyecto comunista, siguiendo la directrices del comienzo de la Unión Soviética.
No obstante, tal afirmación es contraria lo dicho por el Gobierno Nacional, desde donde se ha repetido de manera consecuente que Venezuela está construyendo el Socialismo del Siglo XXI y que no sigue modelos anteriores.
Durante la sesión solemne, realizada este lunes en la Asamblea Nacional, Chávez manifestó sentir dolor al ver al cardenal de la iglesia católica venezolana “salir como un troglodita a tratar de meterle miedo al pueblo hablando del comunismo”. A lo que agregó que “Urosa como que no sabe que la Unión Soviética ya no existe”.
El Secretario General de la CEV, también reiteró que los obispos como rectores de la Iglesia Católica, deben “iluminar” al pueblo venezolano en virtud de que, a su juicio “hay decisiones que está tomando el Gobierno Nacional que apuntan a un régimen que es distinto al régimen que está consagrado en la Constitución” y en su opinión estás declaraciones “son políticas en un sentido amplio”.
González aclaró que los Cardenales y obispos son elegidos por “el Papa después de haber hecho las debidas consultas al pueblo de Dios”. Sin embargo, hasta hoy no se conocen elecciones populares impulsadas desde el Vaticano para escoger a los obispos y cardenales de cada país.
Puntualizó que para este miércoles la CEV tiene prevista una asamblea en la cual analizarán diversos aspectos de la vida nacional. En ese sentido, explicó que la posición de los obispos no es partidista e insistió que “es de iluminación de la realidad con una carga de política en el sentido amplio del términos”.