“De los albañales del continente y de Europa son regurgitados los personajes de ultraderecha y todos enfocándose a Venezuela, para presionarnos, para atemorizarnos, para chantajearnos, para debilitarnos, para desestabilizarnos y para tumbarnos”, expresó el ex embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos
Durante su participación en el programa La Hojilla de Venezolana de Televisión este jueves, condenó el pronunciamiento injerencista de un grupo de ex presidentes y autoridades europeas acerca del sistema democrático en Venezuela a través de una carta firmada por Mariano Rajoy, presidente de España; David Cameron, presidente del Reino Unido; Felipe González, ex presidente de España; Ricardo Lagos, así como la Secretaría General del Consejo de Europa.
“Yo creo que nos creen fuertes y necesitan debilitarnos, tenemos 16 años soportando el asedio o acoso, es una presión concertada, transcontinental dirigida con cómplices acá para desestabilizar una democracia que no está hecha a la medida de sus intereses”, sentenció el diplomático.
Enfatizó que son 16 años de asedio, pero que la última fase de presión por parte de este sector se inició con declaraciones de personajes como éstos, exigiendo al Consejo Nacional Electoral la definición sobre la fecha de las elecciones parlamentarias, porque la especulación era que no había elecciones.
Chaderton indicó que algunos de esos personajes internacionales que critican el sistema de gobierno en Venezuela, en un 60% son asesinos, otro 85% son ladrones y “el que no es asesino, ni ladrón, es al mismo tiempo asesino y ladrón”.
Asomó la idea que lo que se pretende desde la derecha es crear las condiciones para un golpe de Estado, al mismo tiempo que recordó que para el año 2002 cuando se intentó derrocar al comandante Hugo Chávez hubo un “rugido colectivo” impidió que se impusieran los intereses imperiales.
“No cuentan con la astucia de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En el 2002 hubo un exitoso golpe mediático con el apoyo de los generales Tom y Jerry”, apuntó.
“El rugido del colectivo tienen que ser temible, si los estadios la alegría produce un rugido colectivo muy fuerte imagina cuando no sea por alegría sino por indignación esa masa”, advirtió.