Juan Manuel Sánchez Gordillo, profesor de historia, diputado del Parlamento de Andalucía por el partido Izquierda Unida y alcalde de Marinaleda, afirmó este jueves que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, se ha convertido en una esperanza para los pueblos que luchan contra el imperialismo económico.
Entrevistado en el programa Dando y Dando, que transmite Venezolana de Televisión, Sánchez Gordillo indicó que la prensa española ha calificado a Chávez como un dictador. No obstante, manifestó que «cuando el enemigo habla mal de ti es porque estas acertando».
En ese sentido, ratificó que tanto el Gobierno venezolano, como el de Bolivia y otros países, se han convertido en una esperanza para los pueblos del mundo que aún creen en otro sistema distinto al capitalista. «Yo creo que estos pueblos son una esperanza, ante este momento histórico en esta crisis profunda del sistema (capitalista)».
Al referirse a las elecciones presidenciales en Venezuela, el mandatario aseguró que los que voten por Hugo Chávez estarán votando por la esperanza, por la utopía y por la recuperación de los recursos energéticos que le fueron expropiados al pueblo venezolano.
«Con ese voto de esperanza se garantizará la victoria de Chávez. Hay millones de seres humanos en el mundo esperando que esto suceda», acotó.
Destacó que el pueblo de Marinaleda (Andalucía, España), se ha convertido en una especie de embajadores activos de la Revolución Bolivariana. «Donde quiera que estemos seremos seguidores de la Revolución Bolivariana y de luchar contra un enemigo común: el imperialismo económico».
Con aproximadamente 3 mil habitantes, el municipio sevillano de Marinaleda se erige en la actualidad como una comunidad modelo por sus avances sociales, políticos y económicos, dentro de una España visiblemente afectada, al igual que otras naciones europeas, por la crisis sistémica.
La mayor parte de la economía en Marinaleda gira en torno a las cooperativas populares. Las trabajadoras y los trabajadores de esta pequeña comunidad situada en la comarca de Estepa, devengan un salario de 1.128 euros al mes por una jornada de 6 días y 35 horas semanales. Pese a la crisis, la vida para ellos es más fácil que para el resto de las españolas y los españoles, pues al recuperar las tierras y ponerlas a producir para su propio consumo y para el intercambio, sus gastos se redujeron notoriamente.
Texto/Yenderth Alcalá
Foto/Captura VTV