Como parte de la obra del Comandante Supremo|Chávez influyó en el carácter folclórico de las fiestas de Elorza

Un hombre religioso de 80 años de edad alberga entre sus recuerdos una solicitud apoyada por el Comandante Hugo Chávez, que para la década de 1980 fue determinante a fin de darle carácter folclórico a las Fiestas Patronales y Turísticas de Elorza (Apure).

“Por favor démosle cabida al folclore, que aquí no viene la gente a ver a Orlando y su Combo”, fueron las palabras del padre Gonzalo González Cóbreces, quien nació en Polvorosa de Valdavia (España) el 10 de enero de 1934. Su pasaporte refiere que estuvo en Japón y Filipinas, pero su amor por los indígenas lo ancló a Elorza en el año 1963.

Agregó que antes las fiestas se celebraban en el comedor escolar. Fue en parte gracias a su esfuerzo que se construyó la caseta Cantaclaro, un espacio más amplio que para entonces podía albergar a los artistas criollos, al pueblo y sus visitantes; aunque ahora resulta tan pequeño que se han abierto otros espacios, entre éstos el principal es el Parque de Exposición “Don Marcelo Tapia”.

Podría decirse que durante su ejercicio como párroco fue distinto a los demás, ya que pidió permiso a las autoridades eclesiásticas para contraer matrimonio con la señora María Silva, elorzana de quien enviudó en el año 2007. Con ella tuvo su único hijo, Marco González, un médico veterinario. “La familia es algo sagrado. Yo le enseñé a los llaneros a ser esposo de una sola esposa. Dios lo sabe”, expresó con orgullo.

Las fibras de la fe cristiana también se fortalecen durante las fiestas patronales, cuando se le rendirá homenaje al Comandante Chávez. El padre, quien recuerda con amor a nuestro líder revolucionario, aseguró: “Yo digo que él está en la gloria de Dios. Lo conocí a fondo, de cabo a rabo como dicen los muchachos, porque se confesaba conmigo”.

Gonzalo dedicó gran parte de su vida a profesar la religión católica y a obrar dando muestra de una profunda sensibilidad: desde que llegó al pueblo luchó por salvaguardar la vida de los indígenas y acogió a personas sin hogar. Actualmente, es apicultor, por lo que su vivienda es conocida como la Casa de la Miel, donde ofrece sus productos artesanales de alta calidad.

T y F/Prensa Mintur