El presidente Hugo Chávez reflexionó en torno a la forma en que debería ser percibida la Revolución y sugirió que ante la lucha de percepciones, hay que “sentir y luego pensar para hacerse entender».
Durante la transmisión del programa Aló, Presidente número 360, realizado en Cabudare, estado Lara, en las instalaciones de la Planta de Lácteos Enlandes, perteneciente a la industria Los Andes, en el estado Lara, el Mandatario refirió que la percepción de la burguesía está basada en mentiras, en cambio, la de la Revolución Bolivariana apunta siempre hacia la verdad.
Al respecto, le propuso a los funcionarios presentes en el acto, “lograr que nuestro pueblo nos perciba como lo que somos. Pero debemos usar la verdad, los detalles, la pedagogía, para que el país perciba la verdad verdadera”.
«Si yo quiero que se me se me perciba como soy, debo ser autentico. Es un esfuerzo de inteligencia y pasión», sentenció. Sin embargo, aclaró que para lograr convencer y ser percibidos desde la verdad, “hay que abonar el pensamiento y el sentimiento, la oración y la introspección, zambullirse en las oscuridades del alma, buscarse a uno mismo, y verse y sentirse, para luego llegar a a otros”, explicó.
“Si tu no sientes, es mentira, (…) Uno tiene que sentir como si fuera un fuego que te consume (…) pensar el mundo, la realidad, sólo así uno la puede percibir, pero una cosa es ver y otra es percibir y observar entendiendo (la realidad) para transformar el mundo. Por eso es que uno tiene que sentir lo que se vive”, consideró el líder revolucionario.
LAS VOCES DEL PUEBLO EN LOS MEDIOS
El Primer Mandatario refirió que para que los medios de comunicación del Estado sean más efectivos al momento de mostrar la realidad que vive el país, los mismos deben reflejar las voces y las caras del pueblo. “Los medios nuestros deben ser del pueblo. En la televisión deben estar las caras del pueblo”, destacó el Dignatario.
También hizo alusión al rol que debe desempeñar la radio en el proceso revolucionario, por el gran alcance que tiene este medio. Dijo que “los ministros deben hacer uso de la radio, pero también debe oírse la voz del pueblo”, con el objetivo de que sea el pueblo mismo quien exprese lo que ve, lo que percibe.
La recomendación se produjo tras la comparación realizada por Eduardo José Linares, mecánico de mantenimiento de la planta Enlandes, cuando se refería a la atención médica que recibían durante la administración capitalista de la empresa y la que reciben ahora.
“Había un médico que venía de 9 de la mañana a 12 del mediodía (…) uno no podía enfermarse ni antes ni después de ese horario”, relató Linares, mientras que ahora, prosiguió, con la gestión del actual gobierno «hay atención médica a tiempo completo».
El contraste entre ambas situaciones, según el Jefe de Estado, responde a un motivo netamente económico, que a su juicio, es el fin último del capitalismo.
“Hay una razón de fondo: el dinero. El capitalista la única razón que tiene es hacer dinero, lo demás lo pone en segundo plano y no le importa si se enferma el trabajador (…) lo que le importa es gastar lo menos posible y luego vender lo más caro posible”, enfatizó.
Consideró el Presidente Chávez que la batalla (de los medios y la percepción) no tendrá fin en Venezuela. La reflexión la hizo el Mandatario basándose en los pensamientos de Carlos Marx.
LA BURGUESÍA TIENE «CULILLO»
Ante la verdad revelada a través de los resultados que ofrecen las empresas recuperadas por el Estado, el Presidente Hugo Chávez expresó que la burguesía venezolana ha demostrado miedo y debilidad.
“La burguesía anda asustada. Todos esos gritos, agresiones y ese incremento de su ofensiva, no es un signo de fortaleza (…) Yo les veo los ojos y veo sus programas, y detrás de esa pose y de ese show hay culillo, pero ellos tiene razón para estar enculillaos”, dijo el Mandatario.
En opinión del comandante Chávez, el miedo de la oligarquía obedece a que están observando la realidad, generada a partir de los primeros resultados obtenidos tras la recuperación de varias industrias por parte del Estado venezolano, que antes estaban bajo el control de la empresa privada.
“Creo que (la burguesía) se está dando cuenta de la verdad. Enlandes es una verdad, el Centro Productivo Papelón es una verdad, Florentino es una verdad, Café Fama de América es una verdad, Diana comenzó a ser una verdad y debe seguir siendo una verdad”, precisó Chávez.