Anteriormente lo hicieron el mexicano Luis Barragán en 1980|Chile exultante con Premio Pritzker de arquitectura a Aravena

El compromiso y la originalidad en el diseño de viviendas sociales fueron, entre otros, los argumentos del jurado para concederle al arquitecto chileno Alejandro Aravena el Premio Pritzker.

Se trata del mayor lauro que se otorga a la arquitectura en el mundo y es considerado como una suerte de Nobel de la especialidad. Aravena, de 48 años, se convirtió en el cuarto latinoamericano en obtenerlo.

Anteriormente lo hicieron el mexicano Luis Barragán en 1980, y los brasileños Oscar Niemeyer en 1988, y Paulo Mendes da Rocha.

El galardonado vive y trabaja en Santiago de Chile. El próximo 4 de abril recibirá el premio, consistente en 100 mil dólares y una medalla de bronce en una ceremonia en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

Según el fallo del jurado, el trabajo de Aravena ofrece oportunidades económicas a los menos privilegiados, mitiga

los efectos de desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacios públicos de bienvenida.

Añadió que se trata de un innovador e inspirador que «muestra cómo la mejor arquitectura puede mejorar la vida de la gente»

Chile está exultante con el reconocimiento y la figura de Aravena saltó a la palestra pública como nunca. «Estamos profundamente agradecidos y también ‘abrumados, extasiados y felices», declaró.

La arquitectura es una disciplina colectiva. Por eso pensamos, con gratitud, en todas las personas que han contribuido a dar forma a una enorme diversidad de fuerzas en juego, precisó.

Pero además de sus obras sociales hay otras sobresalientes, como varias en la Universidad Católica de Chile en Santiago, entre ellas las Torres Siamesas (2005) y el Centro de Innovación UC – Anacleto Angelini (2014).

Fuera de Chile igualmente dejó su sello emblemático en Austin, Texas, donde diseñó las residencias estudiantiles de la Universidad de St Edward’s (2008).

Además, dirige en la actualidad la construcción en Shanghai, China de un edificio de oficinas de la compañía farmacéutica Novartis. Para completar, es el director de la Bienal de Arquitectura de Venecia de este año.

Forma parte desde 2001 de la iniciativa Elemental que se focaliza en proyectos de interés público e impacto social, incluyendo viviendas, espacios públicos, infraestructura y transporte.

Junto con sus colegas Gonzalo Arteaga, Juan Cerda, Víctor Oddó y Diego Torres, el laureado arquitecto labora en Santiago con Elemental Do Tank (juego de palabras opuesto a Think Tank).

Aunque en su «palmarés» se cuentan otras numerosas obras como el Parque Bicentenario de la Infancia (2012) y el Paseo Metropolitano de Santiago de Chile, todavía en desarrollo, el peso del Premio Pritzker se asienta en su compromiso social.

A lo largo de los años ha diseñado más de dos mil 500 unidades de vivienda de bajo costo, con el concurso de otros arquitectos, el público y los propios beneficiarios de las viviendas sociales.

Fuente/Prensa Latina