La CIA está expandiendo un esfuerzo clandestino para entrenar a «combatientes opositores» en Siria en medio de preocupaciones de que las «milicias moderadas» respaldadas por Estados Unidos están perdiendo terreno rápidamente en el conflicto de ese país, dijeron funcionarios estadounidenses.
Se espera que el programa de la CIA produzca solo unos cientos de «combatientes» entrenados cada mes, una cantidad que hará poco para fortalecer a las «fuerzas rebeldes» que están siendo eclipsadas por islamistas radicales en la lucha contra el gobierno legítimo del presidente sirio Bashar al Assad.
La misión de la CIA, dijeron los funcionarios, ha sido definida por el deseo de la Casa Blanca para buscar una «solución política», un escenario que se basa en una eventual situación de estancamiento entre las facciones en guerra, más que un vencedor claro.
Como resultado, expresaron funcionarios, los límites a las autoridades de la agencia de inteligencia les permite suministrar el apoyo suficiente para ayudar a asegurar que las milicias políticamente moderadas respaldadas por EE. UU. no pierdan, pero no lo suficiente para que puedan ganar.
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron que la agencia ha enviado en las últimas semanas a grupos paramilitares adicionales a bases secretas en Jordania, en un intento por duplicar el número de «combatientes rebeldes» recibiendo instrucción y armas de la CIA antes de ser enviados de vuelta a Siria.