Un grupo de científicos desafiaron la teoría sobre “El origen de las especies”, de Charles Darwin, al asegurar que las especies que viven juntas no están obligadas a evolucionar de manera diferente para evitar competir entre sí.
Científicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, revelaron que la competencia parece no ser el principal motor de diferenciación entre especies, sino que las especificidades parecen evolucionar cuando los animales conviven aisladamente, según la revista científica “Nature”.
Los investigadores tomaron como referencia a los horneros (Furnarius), una de las familias de aves más diversa en el mundo, a las que los investigadores llevaron a cabo el análisis más profundo realizado por el momento de los procesos que provocan las diferencias de evolución entre especies.
Los expertos establecieron que la mayoría de las especies de hornero solo se encuentran con sus semejantes más cercanos varios millones de años después de que se separaron de un ancestro común.
Las que coexisten en realidad son más similares que las especies que evolucionan por separado, frente a la visión de Charles Darwin que sigue siendo ampliamente reconocida.