La jornada electoral en Turquía de este domingo llega a su fin con el cierre progresivo de los centros de votación.
Los resultados a pie de urna están prohibidos y los totales se darán a conocer pasadas las nueve de la noche local.
Estas legislativas son la segunda en cinco meses, después de que el partido en el poder perdiera su mayoría en las elecciones de junio.
Más de 54 millones de personas se registraron para votar, y en los colegios se habló de una participación alta pese a intimidaciones que recibía la población ante las altas medidas de seguridad.
Según reportes del corresponsal de Telesur en ese país, Hibai Arbide, se ha observado un amplio despliegue militar, incluso con tanquetas y policías de fuerzas especiales en algunas escuelas.
El corresponsal precisó que se registró un incidente en la provincia Agri (centro), donde la policía impidió la entrada de observadores internacionales, provenientes de Grecia y Cataluña, a los centros de votación donde en las pasadas elecciones de junio se registraron disturbios por tres días, debido a las faltas de garantías electorales en el lugar.
Por otro lado, un traductor turco que acompañaba a otra delegación de observadores fue detenido arbitrariamente por las fuerzas policiales de Turquía, según aseguran los testigos, quienes además, alegan que intentaban dificultar la comunicación entre los votantes y la delegación. El turco fue liberado dos horas después de su detención.
Arbide resaltó que la situación no ha sido generalizada debido a que en otras zonas los observadores han podido entrar a cumplir con sus labores sin tropiezos.
HDP UNA ALTERNATIVA POLÍTICA PARA TURQUÍA
Para el analista político Jorge Kreyness, el HDP se instala como una alternativa en el política turca al insurgir como una fuerza de izquierda. Señaló que los comicios en este país se llevan a cabo bajo un clima de violencia y fuerte represión neoliberal llevada a cabo por el Gobierno.
Asimismo, recordó que la legislación turca establece que para ingresar a la cámara se requiere de un 10 por ciento del respaldo y que en las pasadas elecciones el HDP logró un 13 por ciento. En este contexto, señaló, es posible que este apoyo aumente, sin embargo, apuntó que es probable que el número sea disminuido por el dominio que tiene el Estado turco.
El analista aseguró que las operaciones que desarrolla Turquía en Siria pretenden recuperar el poder de esta nación en la región, tal y como ocurrió con el imperio otomano.
ELECCIONES LEGISLATIVAS
Para estos comicios legislativos estaban convocados 54 millones de personas, quienes emitirán sus votos en los 194 mil centros dispuestos en todo el territorio.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), fundado por Erdogan, perdió la mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales realizadas en junio de este año, al alcanzar 258 escaños de los 330 que se había propuesto.
La formación tenía el objetivo de alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento turco que le permitiera reformar la Constitución, ampliar su alcance en los poderes y ejercer los principales cargos ejecutivos en el país.
Con la llegada de Erdogan al poder en Turquía, creció la esperanza ante las promesas de buscar soluciones al conflicto bélico que se mantiene con el Partido de Trabajadores de Kurdistan (PKK). Sin embargo, en 2013, esa fuerza acusó al Gobierno de incumplir con los acuerdos estipulados en los diálogos de paz.
Las tensiones se han acrecentado desde entonces. Recientemente, Erdogan aseveró que el ataque contra las fuerzas kurdas y el autodenominado Estado Islámico “sería redoblado”.