Según documentos clasificados|Cifras del sistema secreto de seguimiento terrorista de Barack Obama

Cerca de la mitad de las personas en la base de datos ampliamente compartida del gobierno de Estados Unidos de sospechosos de terrorismo no están conectados a ningún grupo terrorista conocido, según documentos clasificados del gobierno obtenidos por The Intercept.

De las 680.000 personas envueltas en la Base de Datos de Detección de Terroristas – una lista de “conocidos sospechosos terroristas”, que se comparte con agencias policiales locales, contratistas privados y gobiernos extranjeros — más del 40% son descritos por el gobierno de «no tener afiliación a un grupo terrorista reconocido”. Esa categoría — 280.000 personas – eclipsa el número de personas sospechosas de tener vínculos con Al Qaeda, Hamás y Hezbolá.

Los documentos, obtenidos de una fuente de la comunidad de inteligencia, también revelan que el gobierno de Obama ha presidido una expansión sin precedentes del sistema de detección de terroristas. Desde que asumió el cargo, Obama ha aumentado el número de personas en la lista de exclusión aérea más de diez veces, a un máximo histórico de 47.000 — superando el número de personas que se les prohibió volar en el gobierno de George W. Bush.

“Si todo es terrorismo, entonces nada es terrorismo”, dijo David Gómez, un ex alto agente especial del FBI. El sistema bajo vigilancia, agrega, está “girando fuera de control”.

Los documentos clasificados fueron preparados por el Centro Nacional de Contraterrorismo, la agencia líder para el seguimiento de individuos con supuestos vínculos con el terrorismo internacional. Con el sello «SECRET» y «NOFORN» (indicando que no han de ser compartidos con gobiernos extranjeros), ofrecen la imagen numérica más completa del sistema bajo vigilancia hasta la fecha.

Un funcionario del gobierno de Estados Unidos dijo a The Intercept que a partir de noviembre 2013, había aproximadamente 700.000 personas en la Base de Datos de Detección de Terroristas (TSDB por sus siglas en inglés), pero rechazó suministrar las cifras actuales. El mes pasado, la agencia Associated Press, citando documentos de la corte federal de abogados del gobierno, informó que han habido 1,5 millones de nombres añadidos a la lista en los últimos cinco años. El funcionario del gobierno dijo a The Intercept que era una mala interpretación de los datos. “La lista ha crecido un poco desde entonces, pero está muy lejos de la cifra de 1,5 millones citados en informes de prensa recientes”, recalcó. Agregó que la estadísticas citadas por Associated Press no sólo incluyen nominaciones de individuos, sino también fragmentos de inteligencia o información biográfica obtenida sobre personas en listas de sospechosos.

De acuerdo con las directrices de la lista de sospechosos del gobierno, los funcionarios no necesitan “hechos concretos” o “evidencia irrefutable” para secretamente colocar a alguien en la lista, solo una norma vaga y elástica de «sospecha razonable».

“Usted necesita cierta base de hechos para decir que una persona es terrorista, que usted sabe con un estándar de causa probable que él es un terrorista, señala Gómez, el ex agente del FBI. “Entonces digo, ‘Construye un archivo tan grande como puedas sobre él’. Pero ¿si usted solo sospecha que alguien es un terrorista? No tanto”.

El Centro Nacional de Contraterrorismo no respondió a preguntas sobre su sistema de detección de terroristas. En cambio, en un comunicado, se elogió el sistema de detección como un «nivel crítico en nuestras defensas contra el terrorismo» y lo describió como superior al proceso anterior al 11 de septiembre por amenazas de rastreo, que se basó en listas que fueron «tipeadas o escritas a mano en catálogos de fichas y libros de contabilidad”. La Casa Blanca declinó hacer comentarios.

Fuente/The Intercept
Traducción/Ivana Cardinale