Cinco personas murieron este domingo en un doble atentado suicida, ocurrido ante un hospital público de la norteña ciudad nigeriana de Maiduguri, conforme el último informe de los servicios de auxilio.
Con anterioridad se reportó la muerte de dos guardias de seguridad quienes intentaron detener a dos mujeres jóvenes, presuntamente de la secta extremista Boko Haram, portadoras de cargas explosivas que las hicieron estallar ante la instalación asistencial, lo cual también causó una decena de heridos.
Si las (dos) suicidas hubieran entrado en el hospital habría podido morir mucha más gente», afirmó a la prensa un trabajador del lugar, quien además reconoció la labor de los guardias muertos.
Este es el más reciente ataque de la secta integrista en Maiduguri, la capital de estado de Borno, donde son frecuentes las agresiones de esa agrupación que desde 2009 asesinó y secuestró a miles de personas, principalmente en el norte nigeriano.
Boko Haram, que teóricamente pretende establecer un califato en la región septentrional, considera objetivos fáciles para sus acciones a mercados, hospitales y escuelas, entre otros, después de que el Ejército destruyó muchos de sus bases de operaciones.
En su lucha contra los fundamentalistas, el presidente nigeriano Muhammadu Buhari «recurrió a los países vecinos para desplegar con ellos a partir del 30 de julio una fuerza multinacional para destruir a los terroristas», citaron medios de prensa sobre la decisión del mandatario quien prometió acabar con esa secta.
Borno junto con los estados de Yobe y Adamawa, son los más afectado por las agresiones de la formación extremistas de confesión islámica.