En la mañana de ayer un grupo de cineastas venezolanas y venezolanos se pronunciaron públicamente para ratificar su apoyo a las candidatas y los candidatos revolucionarios que se debatirán en las elecciones del próximo domingo 6 de diciembre.
Freddy Ñáñez, coordinador de Cultura del Comando de Campaña Bolívar-Chávez, inició el pronunciamiento con declaraciones sobre la configuración que la cultura ha tenido a partir de la Constitución Bolivariana (1999), como un derecho fundamental que el Estado debe garantizar a sus ciudadanas y sus ciudadanos. Asimismo, calificó la cultura como “un músculo de la revolución”.
Eduardo Viloria Daboín, director del documental Hay alguien allí, leyó el manifiesto al cual se suscribieron un grupo de realizadores cinematográficos. En el documento, destacaron como principales logros del cine en revolución la democratización de esta disciplina y su diversificación; así como el estímulo y las garantías con que la producción cinematográfica ha contado a partir de la legislación del sector.
En el manifiesto se identificaron seis factores que evidencian estos logros: El primero fue el incremento del número de pantallas en los circuitos nacional cinematográfico público y privado. El segundo factor fue el aumento de productoras y productores audiovisuales en el país. Los nuevos espacios y los programas de formación en el campo del cine son el tercer factor que ha generado mayor democratización del cine.
Las publicaciones en torno al séptimo arte y sus hacedores es el cuarto factor. Los fondos destinados al financiamiento del cine nacional constituyen el quinto. Y finalmente, el sexto factor es el crecimiento exponencial de las espectadoras y los espectadores de la cinematografía nacional.
VOCES
La documentalista Liliane Blaser señaló la importancia que ha tenido el cine en la creación y la consolidación de un imaginario colectivo propio. Asimismo, advirtió que de no resultar ganadores la mayoría de las candidatas y los candidatos del Gran Polo Patriótico, se podría imponer nuevamente una cinematografía alienadora.
El cineasta Román Chalbaud destacó que solo con una asamblea mayoritariamente chavista se podría aprobar la segunda reforma de la Ley de la Cinematografía Nacional, que pretende modificar algunos artículos en pro de generar más logros en el campo de la formación audiovisual en el país, en la diversificación y la ampliación de la oferta cinematográfica apegada a los principios pluriculturales en los circuitos de exhibición.
Chalbaud también hizo un llamado a las nuevas generaciones de cineastas a hacer un “mejor cine” ya que han contado con apoyo financiero “que lamentablemente no tuvimos nosotros”.
En este sentido, Viloria Daboín aseguró que la derecha venezolana tiene como plan la restauración de un modelo neoliberalista en caso de ganar las elecciones, lo cual puede frenar el desarrollo de esta disciplina artística en todas sus áreas de realización.
Por su parte, el cineasta Alfredo Lugo recordó que en la Cuarta República fueron al antigua Congreso y prácticamente casi todos los diputados que estaban allí “mayoritariamente de Copei y Acción Democrática, nos anunciaron que deberíamos abandonar todas las ansias de hacer cine porque sencillamente era imposible luchar contra las grandes transnacionales y porque que el cine se hacía muy bien en los Estados Unidos”.